viernes, 26 de febrero de 2016

Retos de la lactancia: Dolor en los pezones

Es normal que me duelan los pezones al amamantar?
Hay tantas mamás primerizas que se quejan de dolor en los pezones que uno piensa que este sufrimiento es una parte normal de la lactancia y que simplemente hay que aguantarlo. No es cierto. 
Es normal sentir un dolorcito o sensibilidad inicial en los primeros segundos cuando el bebé agarra el pecho. Lo que no es normal, ni necesario, es sentir un dolor que dura toda o casi toda la toma. 
El dolor te podría llegar poco a poco, en especial si estás tomando analgésicos durante los días siguientes al parto. O tal vez estás muy concentrada en alimentar a tu bebé y piensas que te acostumbrarás al malestar, o que este pasará. 
Trata de identificar el tipo de dolor que sientes y busca una asesora en lactancia a la primera señal de incomodidad. Si ignoras el dolor, tus pezones se podrían agrietar y sangrar y el dolor aumentará. 
Algunas mujeres dejan de dar el pecho a sus bebés antes de tiempo por el dolor en los pezones, sin embargo, unos pequeños ajustes que te permitirán seguir amamantando cómodamente. 

¿Cuál es la causa del dolor?
Colocación incorrecta del bebé en el pecho. Es un problema común que el bebé no agarre una porción suficientemente grande del pecho. Lo ideal es que su boquita cubra la mayor cantidad posible del círculo oscuro que rodea al pezón (la areola). Si cuando tu bebé deja el pecho notas que el pezón tiene la forma de un lápiz labial nuevo, o si ves una raya o borde que cruza el pezón por en medio, eso significa que tu bebé necesita agarrar una parte más grande de la areola. Una asesora en lactancia o una enfermera especializada te pueden ayudar a colocar bien a tu bebé en el pecho.
Mira en esta galería de fotos cómo se prende el bebé al pecho correctamente. 
Herida causada por el uso de extractor. Utilizar incorrectamente un extractor de lechetambién puede dañar tus pezones. Podría ser que las copas extractoras son muy pequeñas para tus pezones. Algunas mujeres usan el nivel de extracción muy alto y eso las lastima. Pregunta a una asesora en lactancia cuál es el mejor extractor para ti y pídele que te enseñe a usarlo correctamente.Infección conocida como algodoncillo o candidiasis. En caso de algodoncillo o candidiasis,tendrás los pezones y areolas rojizos, resecos o agrietados, y te picarán o arderán. Puede que notes puntitos blancos en la boquita de tu bebé, no sólo en la lengua sino también en el interior de las mejillas y en las encías. (Es posible que tengas una infección por hongos aunque no se vean estas áreas blanquecinas.) Si crees que podrías tener una infección en los pezones, comunícate con tu médico, el pediatra de tu bebé y una asesora de lactancia para que puedan evaluar y tratar el problema.Piel extremadamente seca o eczema. Si tienes eczema puedes notar en tu piel pares rojas, sentir comezón o dolor. Si crees que tienes eczema consulta un dermatólogo.Bebé con lengua atada o frenillo corto. Algunos bebés tienen el frenillo corto (un pedacito de piel que está debajo de la lengua) y esto impide el movimiento completo de la lengua y no les deja sacarla lo suficiente como para cubrir la encía inferior. Si el médico de tu bebé determina que tiene frenillo corto, se puede solucionar con una cirugía menor. El médico te podrá decir si la lengua de tu bebé era la causa del dolor en los pezones.Ampolla de leche. Ocurre cuando una capa delgada de piel crece sobre un conducto de leche, lo que ocasiona que el conducto se tape. La ampolla se ve como un punto blanco o amarillo en el pezón y puede causar dolor al tacto. El dolor también se puede sentir atrás del punto. Consulta un asesor de lactancia o a tu médico para tratar la ampolla, tendrán que quitarla, de otra forma tardará semanas en sanar sola.Ampolla de pezón. Una ampolla de pezón es una ampolla amarilla o ensangrentada sobre el pezón que causa un dolor intenso mientras amamantas. Frecuentemente, la causa de esta ampolla es la succión a partir de una mala colocación del bebé al pecho. También son causadas por usar un extractor en potencia demasiado fuerte.Una razón menos común para sufrir ampollas es la dermatitis causada por una reacción de la piel a cremas o medicamentos en el pezón. Deja de usar cremas o medicinas en los pezones hasta que un dermatólogo determine qué tipo de ampolla tienes.
Si tienes antecedentes de herpes, la ampolla podría estar relacionada. Deja de amamantar y consulta a tu médico o una asesora de lactancia. Podrías transmitir el herpes a tu bebé si lo alimentas con un brote en el pezón. 
Será seguro amamantar a tu bebé de nuevo cuando la herida haya sanado. Hasta entonces necesitas evitar que la producción de leche disminuya y que los senos se te inflamenextrayéndote la leche (pero deséchela, no se la des a tu bebé). Si solo uno de tus senos está afectado puedes amamantar mientras tanto con el otro. 
Vasoespasmo. Si tu pezón se ve pálido y comienza a doler unos pocos segundos o minutos después de amamantar, y después regresa a su color normal, podrías tener un vasoespasmo. Esto significa que la sangre no puede pasar y es causado por una lesión en el pezón o por una infección. Una asesora de lactancia te puede ayudar a identificar la causa. Un tipo de vasoespasmo menos común es el llamado “fenómeno de Reynaud.” Este se suele sentir en ambos pezones al mismo tiempo y puede durar unos minutos. Generalmente se dispara con el frio. Consulta a tu médico para un tratamiento y a una asesora de lactancia para superar este padecimiento.¿Cómo puedo prevenir el dolor de los pezones?Contacta una asesora de lactancia lo más pronto posible. Ella te puede ayudar a diagnosticar la causa del dolor, y puede trabajar con otro especialista de forma conjunta de ser necesario. Una vez que sepan la causa del dolor, la solución suele ser simple. 
Si el dolor se debe a la mala colocación de tu bebé al pecho, prueba lo siguiente:No empujes el pecho en la boca del bebé, espera a que abra bien la boquita y entonces acerca suavemente su cabecita a tu pecho.Coloca a tu bebé en el pecho de manera que todo su cuerpo esté volteado hacia tu cuerpo y no que tenga que voltear la cabeza para agarrar tu pecho.Siéntate cómodamente. Si te sientas en la cama en lugar de una silla, o en una posición demasiado inclinada, puede que te sea más difícil colocar bien al bebé en el pecho. Prueba diferentes posiciones para amamantar, hasta que encuentres la que te sea más cómoda. Lee nuestro artículo ilustrado ¿Cómo lo sujeto? Posiciones y consejos para amamantar.
Prueba usar un cojín o una almohada para apoyar tus brazos mientras sujetas al bebé.Sostén bien tu pecho con la mano que tengas libre. ¡Algunos bebés se agarran con extrema firmeza al pecho si tienen la sensación de que se les va a escapar!Asegúrate de sujetar a tu bebé cerca de tu cuerpo, brindándole firmeza y apoyo para que pueda concentrarse en succionar y no en tratar de mantenerse estable.No retires al bebé de tu pecho sin antes romper la succión de sus labios colocando la punta de tu dedo en la comisura de su boquita, para después alejarlo del pezón.Si el dolor dura más de 15 segundos, rompe cuidadosamente la succión y vuelve a colocar al bebé.Estimula la bajada de la leche masajeándote suavemente los pechos o extrayendo manualmente un poco de leche antes de cada toma. Así el bebé tendrá que succionar por menos tiempo y tragará más a menudo.Ofrécele primero el pecho que te duela menos.No esperes hasta que el bebé llore. Aliméntalo cuando notes que empieza a buscar el pecho.Viste ropa de telas transpirables y naturales, y evita las almohadillas protectoras para brasier que tengan plástico.

¿Qué puedo hacer para ayudar a que se sanen mis pezones?
Prueba las conchas para senos que se usan por adentro del brasier mientras no estás amamantando. Sirven para evitar que la tela del brasier roce contra los pezones a la vez que permiten que circule el aire.
Rocía un poco de tu propia leche en los pezones y deja que se sequen al aire libre. También puedes aplicarte en los pezones después de cada toma una pequeña cantidad de una lanolina pura que se vende especialmente para esto.
Las compresas de agua y sal pueden ser curativas. Para hacerlas, disuelve 1/4 de cucharadita de sal en 1 taza de agua templada y aplícate esta mezcla en los pechos con gasas o almohadillas de maquillaje por unos diez minutos, tres o cuatro veces al día.
A algunas mamás también les gustan las gasas de hidrogel que están hechas a base de agua o glicerina para humectar y proteger la piel, y algunas madres encuentran que su temperatura fresca les trae gran alivio.
Pregúntale a tu doctor si puedes tomar algún medicamento para el dolor, si lo necesitas. Lo más seguro es que puedas utilizar el mismo medicamento sin receta que te han recomendado para el dolor al salir del hospital.
¿Puedo seguir amamantando?Claro que sí. Pero no tienes por qué sufrir. Obtén ayuda lo antes posible buscando una asesora de lactancia que te ayude a solucionar el problema. Pregunta en el hospital donde diste a luz si ofrecen este servicio (muchos hospitales lo ofrecen de forma gratuita) también puedes preguntar a una enfermera especializada. 
Si te duelen tanto los pezones que simplemente no puedes darle el pecho a tu bebé, considera la posibilidad de tomarte un descanso extrayéndote leche por un período de 12 a 24 horas. Usa un buen extractor de leche y empieza en el nivel mínimo de succión. 
Rocía un poquito de aceite de oliva en tus pezones y en la areola antes de empezar a sacarte la leche. Esto ayudará a que los pezones se deslicen con mayor facilidad durante la extracción a la vez que ayuda a que se sanen. 
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