lunes, 31 de agosto de 2015

La caquita de tu bebé: qué es normal y qué no lo es

La caquita de tu bebé: qué es normal y qué no lo es

GALERÍA DE FOTOS
Aspecto de su caquita
Advertencia: ¡Estas son fotos de auténticas heces de bebé! Aprende qué es normal y qué no lo es.
¡Es sorprendente el tiempo que pasamos las mamás inspeccionando la caquita en el pañal de nuestro bebé! Nos preocupamos pensando si el color y la consistencia de sus heces son normales o no, y si está evacuando demasiadas veces al día o no las suficientes. Pero lo que es normal para tu bebé depende de:
  • La edad que tiene
  • Si lo alimentas con leche materna o con leche de fórmula
  • Si ya ha comenzado a comer alimentos sólidos

Las heces de tu bebé cambiarán regularmente a medida que se desarrolle desde que es un recién nacido hasta que cumpla un año. ¡También pueden cambiar de color dependiendo del día! No te preocupes, muy pronto serás capaz de juzgar qué es lo normal para él. 

¿Cuántas veces al día debería hacer popó mi bebé?

No existe una frecuencia establecida sobre cuántas veces debe hacer caquitas un bebé. En los primeros meses de vida, dependerá de si le estás dando leche materna o de fórmula

Los bebés amamantados que aún no comen alimentos sólidos pueden evacuar cuatro veces al día o más, o sólo una vez cada tres días. 

Los bebés que toman leche de fórmula normalmente necesitan defecar todos los días para evitar estar incómodos y padecer estreñimiento

Muchos bebés hacen un poco de fuerza cuando defecan, pero eso no quiere decir que exista un problema. Mientras las heces sean blandas y fáciles de eliminar, no hay motivo de preocupación. 

Mira nuestra galería de fotos sobre las caquitas del bebé 

¿Es normal que la caquita de mi recién nacido sea de color negro?

Durante el primer par de días después del nacimiento, tu bebé defecará meconio. Esto es una sustancia pegajosa, negra o verde oscura que se produce en los intestinos del bebé durante el embarazo y está formada por bilis, mucosidad, células de la pared intestinal, secreciones y líquido amniótico. 

Si bien el meconio puede ser difícil de limpiar, su aparición es señal de que los intestinos del bebé están funcionando con normalidad.


http://espanol.babycenter.com/la-caquita-de-tu-beb%25C3%25A9-qu%25C3%25A9-es-normal-y-qu%25C3%25A9-no-lo-es#ixzz3kPXtZ7Wp

Cómo saber si tu bebé obtiene suficiente leche

¿Cómo puedo saber si mi bebé está obteniendo suficiente leche?

Durante las dos primeras semanas puede que te preguntes si tu bebé está obteniendo leche suficiente, especialmente si quiere mamar a todas horas o si lo ves inquieto luego de las tomas. La leche materna se digiere en sólo dos horas, por lo que es normal que tu bebé parezca hambriento todo el tiempo (o sea, entre cada una y tres horas) una vez que han pasado el primer o segundo día de soñolencia tras el parto. 

La mayoría de los recién nacidos, a partir de los primeros tres o cuatro días de vida, quieren comer entre ocho y 15 veces diarias. En estos momentos, mientras te acostumbras a este horario, tendrás que dejar a un lado todos los planes o rutinas habituales. 

Los expertos en lactancia y los pediatras pueden saber si el bebé recibe leche suficiente viendo su peso. Los recién nacidos normalmente pierden entre el 5 por ciento y el 9 por ciento de su peso inicial, pero lo vuelven a recuperar hacia los 2 semanas de vida. A partir del quinto día desde el nacimiento tu bebé debería ir sumando una onza por día. Si te preocupa el peso de tu hijo, habla con tu pediatra. 

Hay otros métodos para comprobar si el bebé recibe la cantidad de leche adecuada y otros síntomas que pueden indicar que no ingiere la suficiente. Es raro que un recién nacido se deshidrate, pero es importante conocer las señales de una buena alimentación para que puedas alertar al médico si notas que algo no va bien. 

Señales de que todo va bien: 

  • Tu bebé come cada dos o tres horas o, al menos, ocho veces al día durante las dos o tres primeras semanas.

  • Durante el primer mes tu bebé hace caquitas tres veces al día; para el quinto día después de nacer son de un color amarillento-mostaza. Luego del primer mes, deja de defecar tan frecuentemente. Algunos bebés pueden pasarse un día o dos sin ir al baño.

  • Su peso aumenta a razón de una onza diaria (alrededor de 28 gramos) a partir del quinto día y hasta los 3 meses de edad.

  • Ensucia siete u ocho pañales de tela al día o entre cinco y seis desechables. Los pañales desechables son más absorbentes y a veces no se distingue bien si están húmedos. Si no estás segura, quítale uno y compara su peso con uno seco. El mojado tiene que pesar un poco más. (Nota: que los pañales estén o no mojados no es razón suficiente para determinar si el bebé recibe leche suficiente. Un bebé deshidratado también puede mojar los pañales. Las heces y el aumento de peso son las mejores medidas para verificar que tu bebé está bien).

  • Puedes oír a tu bebé tragar cuando toma el pecho (en una habitación tranquila).

  • Tus senos se sienten más blandos luego de amamantar.

Señales que indican que el bebé no recibe suficiente leche

Entre las señales de que tu bebé no está recibiendo suficiente leche están la mayoría de éstas: 

  • Tu bebé ha perdido el 10 por ciento o más del peso con que nació en sus primeros cinco días de vida. Recuerda que es normal que el bebé pierda inmediatamente entre el 5 por ciento y el 9 por ciento de su peso de nacimiento. Pero a partir del quinto día debe ir ganando peso (una onza diaria por lo menos).

  • Rara vez lo escuchas tragar.

  • Tus senos no se sienten más blandos después de amamantar.

  • Tu bebé se muestra inquieto o adormilado gran parte del tiempo.

  • El bebé tiene hoyuelos en las mejillas o hace sonidos chasqueantes al mamar.

  • Tu bebé ensucia menos de seis pañales por periodo de 24 horas después del quinto día desde el nacimiento.

  • Tu bebé no defeca al menos una vez al día o tiene heces pequeñas y oscuras a partir del quinto día desde el nacimiento.


sábado, 29 de agosto de 2015

Técnicas para amamantar

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Lactancia: así empieza a mamar el bebé solito, si le dejan

Lactancia: así empieza a mamar el bebé solito, si le dejan

Dar el pecho es fácil si se empieza bien desde el principio y ahí es fundamental el papel de los profesionales que atienden el parto. El pediatra y experto en lactancia Carlos González nos indica qué hacer para que el bebé se agarre al pecho sin problemas nada más nacer.

Dr. Carlos González

 Ver artículoConsejos para comenzar la lactancia

Habras observador cómo busca el pecho de su madre un bebé recién nacido él solo, de manera natural. Lo que necesita el bebé para comenzar la lactancia es estar en contacto con su madre y que le dejen hacerlo a su ritmo.

El bebé debe estar en contacto piel con piel con la madre durante al menos una hora inmediatamente después del parto, pues se ha comprobado que así mantiene una temperatura más estable, respira mejor y casi no llora(con lo que no pierde energía y oxígeno llorando). Además, ayuda al inicio de lalactancia.

¿Los recién nacidos maman por instinto?

Los recién nacidos tienen un fuerte instinto para empezar a mamar. Al colocarlos sobre su madre, ellos mismos buscan el pecho, se dirigen hacia él (sí, pueden moverse), lo estimulan durante un rato con la mano y con la boca y finalmente se ponen a mamar, habitualmente en muy buena posición. Luego suelen estar varias horas, unas seis o diez, como aletargados y casi sin mamar. Durante este tiempo hay que darle todo tipo de facilidades para mamar, pero no hay que asustarse ni obligarles si no maman.

La mejor postura para la primera toma

Lo mejor es que la madre, cansada del esfuerzo del parto, se tumbe boca arriba con el bebé tumbado sobre ella boca abajo y deje que el niño busque y encuentre el pecho por sí mismo. Esta postura es muy práctica en los primeros días y también por la noche y resulta muy útil para bebés que parecen rechazar el pecho.

Después del parto, el niño tienen que estar con su madre

El bebé estará en la habitación de la madre las 24 horas. Porque, si no, ¿cómo podría dar el pecho a demanda? Un recién nacido puede medio despertarse, moverse, buscar el pecho y, si en 10 o 15 minutos no le hacen caso, volverse a dormir. El bebé que está separado de la madre puede perder varias tomas y por tanto ganar menos peso. Además, los dos están más tranquilos y felices cuando están juntos.

La madre que tiene a su bebé cerca duerme tranquila porque ve que suhijo está bien; si el niño está en el nido, la madre suele despertarse cada vez que un bebé llora porque no sabe si es el suyo (y en un hospital hay muchos bebés, ¡siempre llora alguno!).

La lactancia, a demanda: no esperes a que llore

El pecho se da a demanda, sin horarios, en cuanto el bebé lo pide. A demanda no significa esperar a que llore (uno solo llora de hambre cuando ya tiene muchísima hambre), sin ofrecerle el pecho en cuanto parece que lo busca.








10 verdades sobre la lactancia materna

Recomendaciones de la OMS

10 verdades sobre la lactancia materna

¿Sabías que solo el 38% de los bebés del mundo son amamantados? ¿Y que dar el pecho reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario? No te pierdas este decálogo lleno de datos muy interesantes sobre la lactancia materna en el mundo que ha elaborado la OMS.

Victoria González

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 Ver testEl test de la lactancia materna

Según la Organización Mundial de la Salud(OMS), tan solo el 38% de los bebés menores de seis meses son amamantados. Se trata de una cifra muy baja, sobre todo si se tiene en cuenta que la lactancia natural es la mejor forma nutrición para los recién nacidos. Además, la organización afirma que, si se empezase a amamantar a cada niño en la primera hora tras su nacimiento, dándole solo leche materna durante los primeros seis meses de vida y siguiendo dándole el pecho hasta los dos años, cada año se salvarían unas 220 000 vidas infantiles.

Por todo ello, y con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia, que se celebra entre el 1 y 7 de agosto, la OMS ha elaborado un decálogo con datos muy interesantes sobre la lactancia materna. El objetivo: conseguir que cada vez más mujeres se animen a amamantar a sus bebés como la opción mássaludable, asequible y natural para alimentar a los recién nacidos.

1. Los primeros seis meses, solo lactancia materna

La OMS recomienda que, durante los primeros seis meses, el bebé se alimente exclusivamente de leche materna. La lactancia debería ser siempre a demanda y comenzar durante la primera hora de vida.

2. La lactancia protege al bebé de muchas enfermedades

Los beneficios para el recién nacido son bien conocidos: además de aportar todos los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo, la leche materna contiene anticuerpos que protegen al lactante frente a enfermedades como la diarrea y la neumonía.

3. En las madres reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario

Dar el pecho también es bueno para las mamás: les ayuda a recuperar su peso anterior al embarazo, reduce las tasas de obesidad y reduce el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y de mama. Además, si bien no es totalmente seguro, también funciona como método anticonceptivo natural, ya que ofrece un 98% de protección durante los primeros seis meses.

4. La lactancia da salud para toda la vida

Además de los beneficios inmediatos para la salud del bebé, numerosos estudios han demostrado las ventajas de la lactancia a largo plazo. Por ejemplo, los adultos y adolescentes que han tomado el pecho de niños tienen menos tendencia a padecer sobrepeso y a sufrir diabetes de tipo 2. Además, obtienen mejores resultados en los test de inteligencia.

5. La leche materna es más completa que la leche artificial

En primer lugar, la leche artificial no contiene los anticuerpos que hay en la leche materna, claves para que el sistema inmune del niño se desarrolle correctamente y le proporcione protección frente a enfermedades futuras. Por otro lado, si la leche artificial se diluye demasiado puede acarrear problemas de malnutrición para el bebé. Otros riesgos se asocian con la preparación de la leche en ausencia de las condiciones adecuadas de higiene, como el uso de agua insalubre o de material no esterilizado.

Además, mientras que el amamantamiento mantiene la producción de leche materna, si se usa leche artificial pero de repente se deja de tener acceso a ella, el retorno a la lactancia natural puede ser imposible.

6. El VIH se puede transmitir a través de la leche materna

La OMS recomienda que las madres infectadas por el VIH que quieran amamantar a sus hijos reciban antirretrovíricos, y sigan sus recomendaciones respecto a la alimentación del lactante, ya que el virus se puede transmitir durante el embarazo, el parto y la lactancia



7. Está prohibido distribuir muestras gratuitas de sucedáneos de leche materna

La comercialización de estos sucedáneos está regulada a nivel internacional según un código que se adoptó en el año 1981. En él se estipula que no haya actividades de promoción ni distribución de muestras gratuitas de dichos productos entre embarazadas, madres, familias y trabajadores sanitarios. Además, las etiquetas de la leche artificial deben informar sobre los beneficios de la lactancia materna.



8. Muchas mujeres tienen problemas cuando comienzan a dar el pecho

Nadie nace sabiendo, y problemas como el dolor en los pezones o el miedo a no tener leche suficiente son normales al principio. La iniciativa OMS-UNICEF de 'Hospitales amigos del niño' ofrece asesoramiento para madres y recién nacidos en unos 152 países del mundo. En España, la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia Materna (FEDALMA) reúne a las asociaciones y grupos de apoyo que ayudan y dan consejo a las mujeres que quieren amamantar a sus hijos. Además, tu matrona también puede informarte al respecto.



9. El retorno al trabajo es una causa frecuente de abandono de la lactancia

Si en el centro de trabajo no se dispone de las condiciones adecuadas para continuar amantando, la mujer se ve obligada a abandonar la lactancia, total o parcialmente, mucho antes de lo deseado. Sin embargo, existen medidas que facilitan la conciliación entre esta práctica y la actividad profesional: la baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para dar el pecho.



10. A partir de los seis meses hay que introducir progresivamente nuevos alimentos

Como complemento a la leche materna, a partir de los seis meses los bebés deben empezar a comer alimentos sólidos. La OMS, además, recomienda que se administren en cuchara o taza en lugar de en biberón. La introducción de alimentos sólidos es un proceso que lleva su tiempo: hay que tener paciencia. La leche materna va a seguir siendo el principal aporte nutritivopara el bebé durante este periodo de transición, y el principal objetivo de la introducción de sólidos en la dieta es que el niño se vaya acostumbrando a la comida “de los mayores”.

Fuente: OMS



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¿Necesitan protección institucional las mujeres que dan el pecho en público?Sí. La lactancia debería estar protegida en cualquier espacio público.No. Cada caso es un mundo, y dar o no dar el pecho en según qué lugares y situaciones debe regirse por el sentido común.Depende. Estoy de acuerdo con que se pueda amamantar a los niños en cualquier lugar, pero no creo que sea necesaria ninguna acción institucional.

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Según la Organización Mundial de la Salud(OMS), tan solo el 38% de los bebés menores de seis meses son amamantados. Se trata de una cifra muy baja, sobre todo si se tiene en cuenta que la lactancia natural es la mejor forma nutrición para los recién nacidos. Además, la organización afirma que, si se empezase a amamantar a cada niño en la primera hora tras su nacimiento, dándole solo leche materna durante los primeros seis meses de vida y siguiendo dándole el pecho hasta los dos años, cada año se salvarían unas 220 000 vidas infantiles.

Por todo ello, y con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia, que se celebra entre el 1 y 7 de agosto, la OMS ha elaborado un decálogo con datos muy interesantes sobre la lactancia materna. El objetivo: conseguir que cada vez más mujeres se animen a amamantar a sus bebés como la opción mássaludable, asequible y natural para alimentar a los recién nacidos.




Pecho a demanda: claves de éxito

Hay que darle el pecho siempre que lo pida, pero ¿cómo saber que tu bebé quiere teta y no otra cosa.Pero no hay ninguna ventaja conocida que lo justifique.

A veces, la madre a la que han hecho creer que “lo normal” es que el niño mame cada vez menos, consigue que efectivamente mame menos veces al día con cinco meses que con uno. Si está convencida de que a los cinco meses “aguantará más”, tendrá más tendencia a pensar “hambre no puede ser, porque a esta edad aguantan más, debe llorar por otra cosa”. Pero, cuando la madre no tiene ideas preconcebidas, el bebé suele mamar con una frecuencia similar hasta el año y más allá.

¿Hay que despertarlo para mamar?

Habitualmente, no. Tu hijo puede mamar dos veces en 15 minutos, pero también puede estar más de cinco horas sin mamar. No es necesario despertarle cada tres ni cada cuatro horas.

Pero hay una excepción: si un niño no gana peso, hay que intentar aumentar las tomas. Muchas veces no hace falta despertarlos, sino simplemente estar atentos a los signos precoces de hambre. Algunos recién nacidos apenas lloran. Se despiertan, se mueven un poco, hacen unos ruiditos y si nadie les coge, se vuelven a dormir. Por eso, es importante que lo tengas siempre a tu lado. Si dejas a un bebé pequeño durmiendo en otra habitación (en el hospital o en casa), es fácil que no lo oigas y te saltes alguna toma.

En algunos casos, sí, hay que pasar a la acción e intentar despertarlos suavemente: cogerlos en brazos, moverles, hablarles... Especialmente en los primeros días, conviene que mamen al menos 10 veces en las 24 horas. Pero si algún bebé solo mama 6 u 8 veces y comprobamos que está sano y engorda normalmente, pues será que no necesita más.


El Dr. Carlos González te da las claves para alimentar a tu recién nacido con lactancia exclusiva y disfrutar con esta experiencia única.

Dr. Carlos González



test de la lactancia materna

Mucha gente creyó durante décadas que losbebés, por alguna misteriosa razón, necesitan comer con cronométrica exactitud. Diez minutos de cada lado cada tres horas era la versión más extendida, aunque había otras combinaciones mágicas. Ah, y con descanso nocturno: a oír llorar a tu hijo durante horas cada noche, teniendo prohibido calmarlo con el pecho y a veces también cogerlo en brazos, le llamaban descanso… ¡Nunca entendí por qué!

Todavía me preguntan de vez en cuando si “las tres horas” se han de contar desde que el niño empieza a mamar o desde que acaba. Porque, claro, son diez minutos de cada lado y uno en medio para el eructo, así que ¿he de darle el pecho a las 3, a las 6 y a las 9, o las 3:00, a las 6:21 y a las 9:42? La madre no debe ser esclava del reloj, pero aún hay más trucos que aprender.

Pecho a demanda es A DEMANDA

Cuando el niño pida, sin mirar el reloj. A demanda no es “se le puede dar un cuarto de hora antes, o un cuarto de hora después”. A demanda no es “si pide entre horas, se le puede volver a dar”, porque no hay horas, y por tanto no hay entre horas. A demanda no es “nunca antes de dos horas y media ni más tarde de cuatro”. A demanda no es ni cada dos horas y media, ni cada dos, ni cada hora y cuarto, ni cada media hora. Decimos “a demanda” porque es absolutamente imposible predecir cuántas veces o cada cuánto tiempo mamará un bebé.

Los tres parámetros de la lactancia a demanda son:
•    Puede mamar cuando quiera
•    Puede estar el rato que quiera en el pecho
•    Puede tomar el segundo pecho, o no

Su llanto no significa siempre hambre

Un bebé puede llorar por muchos motivos, no solo por que tiene hambre. Pero también puede mostrar hambre de muchos modos, no solo llorando. llorar, en realidad, es un signo tardío de hambre. Antes habrá mostrado signos precoces de hambre: hacer ruiditos, buscar con la cabeza, mover la boquita, o simplemente pasar de estar dormido y quieto a despierto y activo.

Además, el pecho sirve para calmar muchas molestias, no solo el hambre. Cuando lloran porque les duele algo, o porque se sienten solos, o porque necesitan mimos, o porque echan de menos a mamá, o porque no saben qué les pasa… el pecho soluciona todos sus problemas.

En la duda, lo más fácil es probar a darle el pecho: si no quiere, no mamará. Siengorda, ha mamado varias veces seguidas y sigue intranquilo o lloroso, es lógico intentar calmarlo de otro modo. Puedes probar a mecerle en brazos, cantarle, acariciarle... o pasárselo a otro familiar. A veces, los niños no se sabe qué les pasa, y se calman simplemente cambiando de brazos.

No dan premio por espaciar las tomas

Parece que haya una especie de competición nacional a ver qué niño aguanta más horas sin pedir teta.

Pero no hay ninguna ventaja conocida que lo justifique.

A veces, la madre a la que han hecho creer que “lo normal” es que el niño mame cada vez menos, consigue que efectivamente mame menos veces al día con cinco meses que con uno. Si está convencida de que a los cinco meses “aguantará más”, tendrá más tendencia a pensar “hambre no puede ser, porque a esta edad aguantan más, debe llorar por otra cosa”. Pero, cuando la madre no tiene ideas preconcebidas, el bebé suele mamar con una frecuencia similar hasta el año y más allá.

¿Hay que despertarlo para mamar?

Habitualmente, no. Tu hijo puede mamar dos veces en 15 minutos, pero también puede estar más de cinco horas sin mamar. No es necesario despertarle cada tres ni cada cuatro horas.

Pero hay una excepción: si un niño no gana peso, hay que intentar aumentar las tomas. Muchas veces no hace falta despertarlos, sino simplemente estar atentos a los signos precoces de hambre. Algunos recién nacidos apenas lloran. Se despiertan, se mueven un poco, hacen unos ruiditos y si nadie les coge, se vuelven a dormir. Por eso, es importante que lo tengas siempre a tu lado. Si dejas a un bebé pequeño durmiendo en otra habitación (en el hospital o en casa), es fácil que no lo oigas y te saltes alguna toma.

En algunos casos, sí, hay que pasar a la acción e intentar despertarlos suavemente: cogerlos en brazos, moverles, hablarles... Especialmente en los primeros días, conviene que mamen al menos 10 veces en las 24 horas. Pero si algún bebé solo mama 6 u 8 veces y comprobamos que está sano y engorda normalmente, pues será que no necesita más.


No dormirá de un tirón

Al menos, no de momento. Si acaso con cuatro meses, duermen seguido unas cuatro horas. Por fortuna, con el pecho se suelen volver a dormir en seguida.

Eso sí, es importante que la madre aprenda a seguir durmiendo mientras el niño mama. Si cada vez que el bebé se despierta se sienta para darle el pecho y luego le intenta hacer el eructos, puede ser agotador. Y si el niño está en otra habitación, más agotador todavía, claro.

Además, no siempre se despiertan por hambre. También maman cuando necesitan consuelo, cuando se sienten solos, para dormir o, simplemente, para demostrarle a mamá lo mucho que la quieren.

¿Cuántas tomas debe hacer?

El número de tomas es muy variable. Solo podemos dar unas orientaciones muy generales.

•    Los recién nacidos suelen mamar unas diez o doce veces al día, y muchos siguen así durante más de un año. Con un año y medio o dos, muchos niños pasan una temporada en que maman con más frecuencia.
•    Lo que sí que suele variar con el tiempo es la duración de las tomas. En las primeras semanas suelen ser más largas, a veces 15 o 20 minutos o más en un pecho. Pero cada vez tienen más experiencia y más fuerza, y pueden mamar más rápido. Muchos bebés de tres o cuatro meses son capaces de tomar un pecho en menos de cinco minutos, y algunos en menos de un minuto.
•    El mismo niño tomará, algunas veces, los dos pechos seguidos y, otras veces, solo uno. La única manera de saberlo es ofrecerle el segundo; si no lo quiere, no mamará.

A demanda no significa que todo sea normal

El ser humano es muy adaptable, y hay muchas formas de dar el pecho que funcionan. Pero a demanda tampoco significa que cualquier cosa sea normal.

Un niño que mama mal (porque está en mala posición, o porque el frenillo no le permite mover bien la lengua), o que por cualquier motivo no toma suficiente leche, suele hacer tomas muy frecuentes y sin embargo muy largas. “No suelta el pecho, siempre lo tengo colgado”. Si además el pecho duele, seguro que hay un problema. En estos casos conviene consultar a un profesional o a un Grupo de apoyo a la lactancia. Puedes consultar los Grupos de apoyoa lactancia.



Colecho o cama familiar

Colecho o cama familiar

 Durante cientos de años, las madres amamantaban a sus bebés durante la noche, casi sin despertarse. Los bebés recibían protección, afirmación emocional, "lecciones de como respirar", calor y leche materna. Si el bebé tiene alguna dificultad, si vomita, o tiene frío, los padres están a su lado para socorrerle. De hecho, si la temperatura corporal del bebé sube demasiado, la de la madre baja para compensarlo. La proximidad con su madre estimula la lactancia materna. Los niños que duermen con sus padres amamantan más a menudo que los que duermen en otra habitación (casi el doble y durante casi 3 veces más tiempo). Esto hace que tengan un ritmo de sueño distinto. Su fase profunda de sueño es mucho menor, con lo que el riesgo de la muerte súbita (que se supone ocurre en esta fase) es más bajo. Además, el desarrollo neuronal ocurre en su máximo esplendor en la fase de sueño menos profunda, con lo que al practicar colecho, no sólo se le da más leche materna, que es ideal para su protección fisiológica, sino que se está potenciando su desarrollo
Mental.

CAMINO A LO DESCONOCIDO , El Placer de ser Padres

Cuando pensamos en la paternidad lo hacemos sobre todo en términos de obligaciones y problemas. Esto se debe a que la mayoría de los padres se creen en el deber de vigilar en todo momento a sus hijos, su alimentación, su ropa, sus juguetes, sus tareas, sus modales, etc. O de apartarlos de los peligros del fuego, de un atropello, de un envenenamiento, de caer por la escalera o desde una ventana.

No existe ningún remedio mágico para que los padres superen su preocupación constante por la conducta y la seguridad de sus hijos, ya que en eso consiste actuar como padres. Aunque no debemos olvidar que el grado de preocupación varía en cada familia.

Antes de sugerir algunos consejos prácticos, debemos tener en cuenta lo siguiente:

• El principal factor para que el carácter del niño se desarrolle bien es su deseo profundo de crecer para ser como sus padres, a los que admira y quiere. Cuanto más se le reprenda, menor será su deseo de imitar. Pero esto no quiere decir que se le permita portarse mal. Para conseguir que un niño se comporte adecuadamente muchas veces basta con evitar la observación constante de lo que hace, los consejos, las directrices, las prohibiciones y las riñas automáticas, con frecuencia innecesarias.

• El bebé o el niño pequeño sabe instintivamente que debe gozar de una cierta libertad para tomar sus pequeñas decisiones (jugar con un juguete como le apetezca, rechazar un alimento, etc.). Siente que no debe consentir que sus padres le controlen demasiado, ni física ni psicológicamente, y muchas veces reacciona de la única manera posible que le queda: rebelándose y/o protestando a su manera.

El ser padres es una experiencia única que puede generar, además de una enorme felicidad, cierta preocupación e incluso miedo por si no se sabe abordar adecuadamente. La excesiva preocupación de los padres aparece claramente si comparamos el modo de criar el primer y segundo hijo durante sus primeros años de vida. Con el primer hijo suele sentirse abrumado por la atención que despierta. Con el segundo hijo los padres han aprendido que un niño es resistente y “duradero”, a pesar de su pequeñez. Descubren que cada niño tiene sus peculiaridades, su manera de ser, y, lo más importante, han aprendido de su primer hijo que son competentes como padres y que, normalmente, hacen lo que conviene hacer. Esto les hace confiar en sí mismos y actuar de forma más relajada con el segundo hijo.

Sugerencias

• Reviva junto con su hijo las dichas de su propia niñez a través de compartir cada nueva experiencia para el.

• Visite con su hijo parques, zoológicos y museos, vayan al circo, organice excursiones al campo, ríos y playas.

• Léale a su hijo cuentos en voz alta.

• Trabaje con su hijo en alguna afición: carpintería, costura, construcción de maquetas, pesca, pintura, dibujo, cocina, etc.

• Trabaje junto con su hijo en las tareas de la casa.

• Converse con su hijo, escúchele con atención. Descubrirá lo mágico de su mundo











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