jueves, 31 de marzo de 2016

De mamá a mamá: remedios para aliviar las molestias de la dentición

A algunos bebés les cuesta bastante la dentición. Si has probado de todo y las molestias de tu bebé persisten, puedes tratar algunos de los remedios y trucos que les han funcionado muy bien a otras mamás y papás de BabyCenter.
Una simple toallita de tela"Lo que mejor nos funcionó a nosotros fueron las toallitas de tela frías (después de remojarse en agua fría, se exprimen) porque los bebés las muerden fácilmente. También solía poner un pedazo de hielo molido dentro de la toallita y la amarraba de manera que no se saliera el hielo. Luego dejaba que mordisqueara la toallita hasta que se derritiera el hielo".

"Yo utilizo una toallita de tela fresca empapada en té de manzanilla. Trato de mantener el té frío y listo en el refrigerador. ¡Y ese es el remedio preferido de mi bebé! Les recomiendo que si usan un aro o anillo especial para la dentición, compren uno que tenga una agarradera sólida de plástico que no se ponga tan fría para que el bebé la pueda sostener con facilidad".
Alimentos congelados"Cuando a mi hija le empezaron a salir los dientes, le dimos bagels o pedazos de pan (tipo bolillo o pan francés) congelados y funcionaron muy bien".

"Compramos unas bolsitas especiales de tela en forma de red (en inglés se llaman "baby feeder mesh bag"), donde puedes poner alimentos de forma que el bebé no se atragante al comerlos. Por ejemplo, puedes poner dentro de la bolsita un pedazo de mango y el bebé lo muerde y saca sólo diminutos pedacitos a través de la tela de red. Son como en forma de chupón. Tienen una agarradera grande que el bebé puede sostener mientras come. Y aunque mi bebé aún no come alimentos sólidos, pusimos unas uvas congeladas dentro de la bolsita y le encanta masticarlas. También puedes poner bananas congeladas o hielo en trocitos dentro de la bolsita. Eso sí, el bebé se ensuciará pero lo más seguro es que lo disfrutará".

"Yo amamanto a mi bebé y una amiga me recomendó que me sacara leche y la guardara en el congelador en una charola para almacenar cubitos de hielo. Una vez congelados los cubitos, pones uno de éstos en una bolsita especial de tela en forma de red ("baby feeder mesh bag"). ¡Eso funcionó de maravilla y a mi niña le encantó!".
Mordederas"Para mi bebé las mordederas frías (las pongo un ratito en el congelador) funcionan muy bien. Su favorita es una que tiene la forma de una mano y es gracioso ver cuando le ¡muerde los dedos!".

"Hace poco descubrimos un anillo especial para la dentición que vibra. Cuando la bebé lo muerde, empieza a vibrar y ¡le encanta! Esos anillos especiales que se ponen en el refrigerador o congelador son demasiado fríos para la beba".
Chupones fríos"La boca de mi bebé de 4 meses es muy pequeña para poder usar uno de esos anillos especiales para la dentición. Así que nuestra solución fue el chupón (chupete). Sumergimos el chupón en agua y apretamos la parte blanda para absorber toda el agua que sea posible. Después de eso lo metemos en el congelador hasta que se pone duro. Es la solución perfecta para la dentición: el chupón está frío, cabe en la boca de la bebé así que lo puede chupar y eso le ayuda a calmarse".

"Mi bebé se rehúsa a usar esos aros especiales para la dentición. Así que un día se me ocurrió poner su chupón en el congelador y dárselo después de un ratito. ¡Funcionó de maravilla!".
Verduras y otros alimentos"Yo le doy un cebollín a mi bebé para que lo muerda solamente por un momento y es muy efectivo".

"Lo que funciona para mi bebé es una cola de cebollita Cambray. Muerde y muerde las cebollitas y se le calma con eso".

"A mi bebé le daba una zanahoria congelada fría. Pero tiene que ser una zanahoria grande porque las chiquitas representan un peligro de asfixia".

"Yo le doy a mi bebé agua de arroz tostado. Eso les refresca mucho las encías y les alivia el dolor. Es muy bueno y ¡por supuesto natural!".

"Recomiendo las galletas especiales para la dentición. Calman las molestias y a ¡los niños les fascinan!".
Otros remedios"El abuelito de mi bebé le compró unos de esos cepillos especiales completamente de goma que ayudan a calmar las molestias de la dentición, y ¡son geniales!".

"A mi bebé le doy cualquier juguete que sea seguro para morder y eso le calma la comezón".

"Compré una cobijita (mantita) especial para la dentición (de la marca Munchkin) para mi bebé y le gusta mucho. Recomiendo que compres dos de estas cobijas. De esa manera si tienes que lavarla, el bebé siempre tendrá una de reserva".

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miércoles, 30 de marzo de 2016

Diez dudas frecuentes sobre la dentición del bebé

La salida del primer diente del bebé es un momento esperado por todos los padres pero también en ocasiones temido, debido a los mitos relacionados con esta etapa del desarrollo. Aquí os resolvemos diez dudas frecuentes sobre la dentición del bebé.

¿Cuándo salen los primeros dientes? ¿Le dolerá la dentición? ¿Cuándo hay que lavarle los dientes y cómo? Son algunas de las preguntas más frecuentes que nos hacemos los padres en algún momento u otro. A continuación vamos a intentar desvelar todos los "secretos" de la dentición.

¿Cuándo le sale el primer diente al bebé?

La edad a la que aparece el primer diente del bebé es muy variable, aunque podemos decir que el proceso de la dentición comienza generalmente entre el sexto y el octavo mes de vida. Este proceso finaliza entre los 20 y los 30 meses, aunque puede haber excepciones. Esto significa que a algunos niños les tardan más en salir los dientes y habrá otros que incluso nazcan con alguna pieza, aunque esto es bastante excepcional.

¿En qué orden salen los dientes?

Los primeros dientes en despuntar son los incisivos centrales de la mandíbula inferior, a los que siguen habitualmente los incisivos centrales superiores. Le siguen los dos laterales inferiores, los primeros molares, los caninos y los segundos molares.

¿Duele la dentición?

Una pregunta que nos hacemos todos los padres es ¿le duele cuando le salen los dientes?También se lo han preguntado médicos e investigadores y muchos llegan a la conclusión de que no hay evidencia científica de que la dentición duela.

Según un informe publicado en la Asociación Española de Pediatría, el sentido común y la experiencia demuestran lo contrario: la salida de los dientes no duele, aunque puede molestar al bebé. La pequeña inflamación que se produce es normal y fisiológica, podemos observar en ocasiones enrojecimiento de las encías. Algunos niños parecen estar más irritables y otros no notar la salida de los dientes.

¿Por qué babea tanto?

El babeo puede iniciarse unos meses antes de la salida de los dientes, pero suele coincidir en esta etapa y por eso se ha relacionado frecuentemente. Pero el babeo podría ser independiente de la erupción dental, no consecuencia de esta. Chupar, morder... son procesos que se aprenden a los pocos meses y que llevan consigo el efecto del babeo ya que el reflejo de deglución está bastante inmaduro (y los recién nacidos apenas producen saliva, pero cuando pasan los meses aumenta).

¿Puede tener fiebre el bebé?

Los autores del artículo publicado en la AEP que hemos mencionado anteriormente y otros estudios más recientes también se decantan por considerar que la fiebre no es consecuencia de la dentición o un síntoma de la salida de los dientes.

Si sucede algún proceso febril en esta etapa, deberá ser buscada otra causa y tratarla. Hablamos de que el niño tiene más de 38 Cº de fiebre, entonces es un signo de enfermedad, independientemente de la salida de los dientes.

¿Son útiles los mordedores?

Los mordedores pueden servir para que los niños exploren con su boca, para que sientan esos dientes que empiezan a salir e incluso, si admitimos que les puede molestar la dentición, para aliviar el dolor en el caso de que sean mordedores refrigerados e insensibilicen en cierta medida las encías o reduzcan un poco la inflamación.

Pero no tiene sentido que apliques presión en un lugar donde te duele, por lo que no hay evidencia científica de que los mordedores sirvan para otra cosa en relación a la erupción dental. Tampoco se recomiendan los geles o sprays para aliviar la dentición.

¿Cuándo hay que empezar a lavarle los dientes?

La higiene bucal puede empezar incluso antes de la salida del primer diente (con una pañito húmedo suavemente en las encías) de modo que cuando empieza la dentición no tenemos por qué dejar de hacerlo. Y con más razón, ya que, como veremos en el punto siguiente, los pequeños pueden desarrollar caries. Os dejamos unos consejos para cuidar los dientes del bebé, para cuando crecen un poquito, cómo animarles a lavarse los dientes.

¿Pueden salir caries en los dientes de leche?

Sí pueden salir caries en los dientes de leche, la caries infantil es muy frecuente e incluso cuando son bebés puede haber lo que se denomina "caries del biberón", por lo que no hay que descuidar la higiene bucal desde el principio de la dentición y evitar que el niño esté en contacto mucho tiempo con la tetina y bebidas con azúcar en la boca.

Es decir, cuando hay dientes en la cavidad oral, estos pueden ser afectados por las bacterias que causan la caries y por ello el cepillado ya resulta imprescindible. Cuando aparecen caries en la primera infancia se forman manchas blancas opacas que progresan rápida y severamente, causando un gran daño en la boca del niño, pudiendo incluso producirse la pérdida del diente. Para prevenir la caries se puede usar una pasta dentífrica específica para niños pequeños: lo vemos en el apartado siguiente.

¿Hay que usar pasta de dientes al principio?

Según vimos hace poco, el flúor es importante para prevenir la caries. Entre los seis meses (o cuando le salgan los primeros dientes) y los dos años la Academia Europea de Odontología Pediátrica recomienda el cepillado dental dos veces al día con una pasta de dientes específica.

Esta no puede ser como la de los adultos por el riesgo de fluorosis. Las pastas para niños menores de dos años han de tener una concentración de 500 ppm. de flúor y pondremos en el cepillo la cantidad similar a un guisante. A los dos años ya se puede usar una pasta con 1000 ppm. de flúor.

¿Cómo se lavan los primeros dientes?

Ya hemos adelantado que, antes de que salgan los dientes, podemos limpiarle de vez en cuando suavemente, con un paño húmedo, las encías al bebé, para que se vaya acostumbrando a la manipulación de la zona.

Una vez tiene los primeros dientecitos podemos seguir limpiándoselos con un paño húmedo pero se recomienda, si ya está establecida la alimentación complementaria, utilizar un cepillo especial infantil, pequeño y con las cerdas muy suaves, para eliminar mejor los restos.

Esto es especialmente importante a partir de los 18 meses, que es aproximadamente cuando les salen los primeros molares, en los que se puede acumular los restos de comida. Convienelavarles los dientes dos o tres veces al día, poniendo especial atención al momento antes de acostrase por la noche.

Ya hemos hablado del tipo de crema dental que se recomienda, pero en lo que no hemos hecho hincapié es en otro punto importante, que cuando son bebés no nos preocupa (pues evidentemente no tienen capacidad para lavarse ellos) pero que en cuanto crecen puede afectar a su salud dental: los niños no han de lavarse los dientes solos sino con nuestra ayuda y supervisión, al menos hasta los siete años.

En fin, esperamos haber despejado las diez dudas más frecuentes sobre la dentición del bebé, un momento inolvidable, fisiológico y natural, pero sobre el cual siempre tenemos preguntas que hacernos...




martes, 29 de marzo de 2016

¿Cuándo sale el primer diente del bebé?

Mi bebé está a punto de cumplir 10 meses y aún no le ha salido su primer diente. Sin embargo no me inquieta demasiado ya que aunque en sus hermanas los primeros dientes despuntaron a edades “normales” (una a los siete y otra a los ocho meses), en la familia hay una tendencia hereditaria a la dentición tardía.

La salida del primer diente es todo un hito en el crecimiento del bebé. Para conocer un poco más sobre las edades a la que aparecen los dientes temporales o de leche, hablaremos acerca de cuándo sale el primer diente del bebé.

El primer diente del bebé

El primer diente del bebé suele salir entre los seis y los ocho meses en la mayoría de los niños, pero también puede aparecer antes o después.
No a todos los bebés le sale el primer diente a la misma edad y no hay por qué preocuparse si al bebé de una amiga le salió su primer diente a los cinco meses y al nuestro con diez meses aún no le ha salido. Hay bebés que incluso aprenden a andar antes de que les haya salido su primer diente.
Al igual que no todos los niños dan sus primeros pasos o dejan el pañal a una edad específica, para la salida de los dientes de leche cada bebé tiene su propio ritmo que viene determinado por la herencia y su constitución.
No es cierto que la tardanza en aparecer los primeros dientes se deba a la falta de calcio o a un problema de crecimiento. Es extremadamente rara la ausencia total de dientes temporales o de leche, aunque puede darse el caso de que salgan dientes de más o de menos en los niños.

Así como hay bebés de dentición tardía, es frecuente que al cumplir el primer año el bebé ya tenga ocho dientes, cuatro incisivos arriba y cuatro abajo. En algunos puede que incluso ya hayan salido los primeros molares.
El orden en que salen los dientes de leche
En cuanto al orden de aparición de los dientes sí hay un patrón determinado. El primer diente en aparecer es uno de los dos incisivos centrales de la mandíbula inferior, mientras que el segundo suele ser el otro incisivo vecino.
Luego salen los dos incisivos superiores, después los dos laterales superiores y más tarde los dos laterales inferiores. Le siguen los primeros molares, los caninos y los segundos molares.

Hacia los tres años ya han salido todos los dientes de leche. En total son 20, diez en la arcada superior y diez en la inferior.

En cuanto a mi bebé, seguiré esperando a que aparezca su primer diente, que de momento no ha tenido tampoco ninguna de las molestias típicas que provoca la salida de los dientes como babeo, inflamación de las encías, irritabilidad, llanto, ni décimas de fiebre.

lunes, 28 de marzo de 2016

Señales y síntomas de la dentición

No todos los niños experimentan el mismo proceso de dentición. Hay diferencias con relación a cuándo les empiezan a brotar los dientes, los síntomas que se presentan y la cantidad de dolor que sufren. 

Aquí te explicamos cómo reconocer las señales que indican que a tu bebé le están saliendo los dientes. De esa manera te será más fácil ofrecerle remedios para aliviar su dolor o incomodidad. 

Señales de que le están saliendo los dientes a tu bebéLos síntomas pueden durar tan sólo unos días, justo alrededor del periodo cuando le está brotando un nuevo diente. Aunque también es posible que los síntomas perduren por algunos meses mientras le estén saliendo varios dientes. 

Para algunos bebés (y papás) afortunados la dentición pasa desapercibida ya que el bebé no muestra ningún síntoma o molestia. Así que no existe una serie de síntomas relacionados con el proceso de dentición que se aplique en todos los casos. 
“Hasta un tercio de los bebés pasan por el proceso de dentición sin presentar ni un solo síntoma”, aclara Deb Lonzer, presidente del Departamento de pediatría comunitaria del Hospital de niños de la Clínica Cleveland. “De manera que un tercio de los niños pueden presentar salivación intensa, y otro tercio de los pequeños pueden estar irritables o inquietos y el otro tercio es posible que tengan dificultades para dormir”. 

Entre los síntomas que puede tener tu bebé, se incluyen: 

Salivación intensaIrritabilidad o inquietud
Puedes ver que le está brotando un diente de sus encías
Inflamación y dolor en las encías
Ganas de morder, masticar o chupar todo lo que se encuentra
Problemas para dormir
Rechaza la comida
Se agarra los oídos

Si observas que tu bebé presenta varios de los síntomas arriba mencionados al mismo tiempo, lo más probable es que se deba a la dentición. Pero recuerda que siempre existe la posibilidad de que la causa sea otra.
Qué síntomas no debemos atribuirle a la denticiónSi tu bebé padece de diarrea, fiebre o goteo nasal, no lo atribuyas a la dentición, especialmente si los síntomas perduran por más de 24 horas. 

Aunque muchos padres aseguran que dichos síntomas están directamente relacionados a la dentición de sus hijos, no existe evidencia científica que compruebe ese vínculo. Los expertos, incluyendo la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés), dicen que la fiebre y la diarrea no son síntomas normales de la dentición. 
Una de las muchas explicaciones posibles para el desarrollo de estos síntomas es que los bebés en fase de dentición a menudo se llevan muchas cosas a la boca para morderlas y aliviar el dolor en las encías, y entran en contacto con una mayor cantidad de virus y gérmenes que pueden causar enfermedades. 

Si tu niño tiene una temperatura rectal de 101 grados Fahrenheit, 38.3 grados Celsius, o más (100.4 Fahrenheit, 38 Celsius, o más en bebés de menos de 3 meses) y también tiene otros síntomas, como letargo (flojera), falta de apetito, vómitos o diarrea, llama a su doctor para que descarte un problema más grave. 

Cuándo preocuparse si la dentición es tardíaA la gran mayoría de los bebés les empiezan a salir los dientes entre los 4 y 7 meses de edad. Pero también es normal si les salen bastante más tarde. 
Si los dientes de tu bebé se tardan en salir pero el crecimiento de sus huesos, su piel y su pelo son normales, lo más probable es que todo esté bien. Pero si tu bebé cumple 18 meses y aún no tiene dientitos, coméntaselo al pediatra, quien podría referirte a un dentista pediátrico. 

La dentición tardía no representa problemas con el desarrollo general del niño. De hecho, la dentición tardía podría tener sus ventajas, afirma el pediatra Paul Horowitz, fundador deDiscovery Pediatrics en la ciudad de Valencia en California. Y es que entre más tarden en salir los dientes de leche, menos tiempo hay para que éstos desarrollen caries antes que se caigany salgan los dientes permanentes del niño. 

Los primeros dientes del bebé, ¿cuándo salen?

Uno de los momentos más esperados por los padres es la aparición de los primeros dientes del bebé pero, ¿cuándo suele suceder? ¿A qué edad le sale al bebé el primer diente? No desesperéis, porque os adelantamos que, tarde o temprano, despuntarán esas pequeñas perlas.

En general, el proceso de dentición empieza entre el quinto y el octavo mes de vida. Esto no significa que haya niños que tengan dientes antes de los cinco meses (de hecho, existen casos de bebés que nacen con dientes) y muchos a los que empiecen a salirles después del año.

A los dientes del recién nacido se les llama "dientes natales" y si estos le salen durante del primer mes de vida, serán "dientes neonatales". Pero lo habitual es que se hagan esperar un poco más los primeros incisivos, como decimos a partir del quinto mes.

En general, la salida de los primeros dientes se anuncian con un aumento de la salivación, por lo que no nos separaremos de las gasitas y los baberos para proteger la ropa y salvar al bebé de la humedad y las posibles irritaciones derivadas.

También podríamos observar que las encías se enrojecen y se hinchan, aunque es probable que nos demos cuenta de que el primer diente ya está aquí cuando lo veamos despuntar.

Aparecen primero los incisivos: los dos dientes centrales inferiores y después de uno o dos meses empiezan a salir los centrales superiores. Estas cuatro "palas" son las primeras que tendrán nuestros hijos y que les servirán no solo para explorar nuevas texturas como hacían antes de tener dientes sino para empezar a morder y triturar la comida.

Es difícil saber si a los bebés les duele cuando les salen los dientes, es probable que sientan solo molestias. Para aliviar estas molestias podemos darles mordedores fríos, dándole un masaje suave en las encías, permitiéndole que muerda fruta (u otro alimento blandito que ya pueda comer)...

En cuanto a la fiebre provocada por la dentición, las últimas investigaciones señalan que si se produce algún proceso febril en esta etapa se ha de buscar otra causa.

Normalmente en el transcurso del primer año el bebé ya tendrá los ocho incisivos, y los molares vendrán después. El pediatra en los distintos controles médicos observará si hay alguna anomalía o un retraso inusual en la salida de los dientes del bebé. Y recuerda, desde el principio hay que lavarlos para mantener la boquita sana.

Existen muchos mitos sobre la dentición, pero lo cierto es que cada vez somos más conscientes de las realidades. Espero que este artículo haya servido para poner un poco más de luz sobre el tema de la salida de los primeros dientes del bebé.


sábado, 26 de marzo de 2016

Los 10 mejores alimentos para bebés

Hay muchos alimentos sanos que son buenos para los bebés, pero algunos pueden considerarse "superhéroes" de la comida y destacan porque están cargados de nutrientes esenciales, resultan baratos y son fáciles de preparar. Cuando el bebé empieza a comer sólidos es bueno ofrecerle sabores nuevos y variados, así que aprovecha para familiarizarlo con estos diez alimentos deliciosos. 
Recuerda que la comida debe tener la textura adecuada según la edad de tu bebé: bien machacada o en puré muy fino para bebés de 6 a 8 meses y pedacitos suaves y pequeños para bebés de 8 a 10 meses. Después, a partir del año, tu hijo puede comer casi las mismas texturas que un adulto, mordiendo y masticando pedacitos de comida del tamaño adecuado para no atragantarse. 
Es recomendable esperar tres días antes deofrecerle un alimento nuevo. De esta manera, podrás darte cuenta si tiene una reacción alérgica a alguno de ellos. 

1. Calabaza (zapallo)
Existen muchas variedades de calabazas y todas son ricas en vitamina A y C. La calabaza es, además, un vegetal de sabor naturalmente dulce y textura agradable para los niños, muy cremosa. 

Idea para servir: Hornea o cocina al vapor media calabaza y rocíala con un poquito de aceite de oliva, queso parmesano rallado o un poco de chile en polvo. También puedes servir la calabaza cocinada con un poco de cilantro fresco y garbanzos cocinados molidos, o agregarla a las comidas favoritas del bebé. "Añade calabaza a los frijoles que cocines para tus niños. Les da un saborcito dulce que les encanta", comenta Blanca Zapeta, mamá de Jennifer y Kevin. 

2. Lentejas
Las lentejas son ricas en proteína y fibra, lo que las hace muy nutritivas. Contienen, además, mucho hierro --incluso más que los frijoles negros-- y son una de las comidas saludables más económicas que puedes comprar. 

Idea para servir: Combina las lentejas con verduras mixtas, como zanahorias y calabacitas, y sírvelas con arroz y la sazón que prefieras. Prueba hierbas como la albahaca y el orégano. O échales una hojita de laurel, que combina muy bien con las lentejas (retira la hoja de laurel antes de servir). 

3. Verduras de hojas verde oscuro
Las verduras de hojas verde oscuro tienen alto contenido de hierro y folato. Aunque las espinacas son tal vez las más populares de este grupo, existen muchas otras variedades, incluyendo diferentes tipos de col y acelgas. 

Idea para servir: Cocina al vapor o saltea en una sartén un puñado de verduras y mézclales un poquito de cereal fortalecido con hierro para darle a tu bebé una dosis doble de este importante mineral. Prueba diferentes proporciones para descubrir la mezcla que más le agrada a tu bebé. 

La nutricionista Claudia González sugiere empezar con una parte de cereal, como por ejemplo 1/2 taza de espinacas por cada 2 cucharadas de cereal o, viceversa, 1/2 taza de cereal por cada 2 cucharadas de espinacas. De esta forma, reconocerá sabores familiares en el nuevo plato de comida y es más fácil que lo acepte. 

4. Brócoli
Rebosante de folato, fibra y calcio, el brócoli también es reconocido por sus propiedades anticancerígenas, como afirma la dietista Kate Geagan, autora del libro Go Green, Get Lean(algo así como Ayuda al medio ambiente y adelgaza). Además, los componentes de azufre que contiene le dan un sabor singular que ayuda a tu bebé a ampliar su paladar. 

Idea para servir: Cocina pedacitos de brócoli al vapor hasta que estén tiernos y congélalos. Cocinarlo al vapor le quita el sabor fuerte al brócoli y el brócoli heladito suele gustar más a los bebés. También puede calmarles las encías durante la dentición. No te pierdas esta guía defotos para preparar y congelar puré de brócoli para tu bebé. 

5. Arándanos azules
(blueberriesEl color azul profundo de estas frutas silvestres viene del tipo de flavonoides que contienen, llamados antocianinas, muy buenas para los ojos, el cerebro y hasta el tracto urinario del bebé. 

Idea para servir: Intenta esta papilla: combina 1 taza de arándanos azules y un cuarto de taza de agua en un tazón, cocínalos en el microondas durante un minuto y deja enfriar. Sirve los arándanos cocinados con yogur natural por encima. 
Si no te resulta fácil encontrar arándanos azules en tu área, las berenjenas o papas moradas cuentan con propiedades similares a estos. Sirve las papas o las berenjenas cocidas o asadas, sin piel. Puedes hacerlas puré, aplastarlas con un tenedor u ofrecérselas a tu pequeño en trocitos que pueda tomar con los dedos, acompañadas de otros vegetales hervidos 

6. Aguacates
Los aguacates son una buena fuente de grasas insaturadas. De hecho, la composición de la grasa que contienen es en cierto modo semejante a la de la leche materna. Y si te preocupa el hecho de que tu bebé coma mucha grasa, no te preocupes porque la grasa insaturada es un tipo de grasa beneficiosa que los bebés necesitan para el desarrollo de su cerebro. 

Idea para servir: Combina aguacates machacados con otros ingredientes, como queso crema, manzanas o pescado. Y cuando salgan de paseo, deja en casa las galletitas y lleva aguacate en su lugar. Puedes llevar un aguacate en la bolsa del bebé y servírselo en lonchas finitas sobre pan tostado mientras tomas una tacita de café con tus amigas. ¿Y qué tal puré de aguacate con mango? Sigue esta guía paso a paso con fotos para preparar y congelar este delicioso puré de aguacate. 

7. Carne de res
Hay personas que no piensan en la carne de res como un alimento para bebés, pero la carne es una fuente excelente de zinc y hierro para bebés mayores de 7 meses. 

Idea para servir: ¡Un guiso de carne! "Los guisos son una de las comidas ideales para los bebés: son fáciles de preparar, fáciles de masticar y se pueden preparar de forma muy variada", comenta Lourdes Alcañíz, experta de BabyCenter, y autora de libros sobre nutrición infantil como ¿Y hoy qué les doy?. "Puedes preparar un guiso de carne para toda la familia y hacer un puré nutritivo y sabroso para tu bebé", concluye Alcañíz. 

8. Ciruelas pasas
Las ciruelas secas o pasas tienen mucha fibra y pueden ayudar a aliviar el estreñimiento, que podría afectar a tu bebé una vez empieces a incluir alimentos sólidos en su dieta. 

Idea para servir: Remoja las ciruelas, hazlas puré y sírvelas solas o mezcladas con otros alimentos, como cereal o puré de manzanas, para obtener un postre naturalmente dulce. Si tu bebé está muy estreñido, Brown sugiere que agregues una cucharadita o dos de jugo de ciruelas a su biberón de fórmula o leche materna. 
"Sin embargo sé muy cuidadosa y no utilices demasiado jugo de ciruelas en el biberón ni nungún otro sabor dulce por el solo hecho de que coma o duerma" matiza Claudia González. "Hay que evitar que el bebé se acostumbre al sabor dulce, lo que podría causarle problemas dentales y otros problemas de salud en el futuro". 

9. Garbanzos
Así como las lentejas, frijoles y otras legumbres, los garbanzos son ricos en proteínas y fibras. Y resultan económicos y versátiles. 

Idea para servir: Prueba el hummus, o puré de garbanzos. Cómpralo en el supermercado o prepáralo tú misma, haciendo puré garbanzos cocinados con ajo, zumo de limón, aceite de oliva y tahini (manteca de ajonjolí). También puedes prepararle un delicioso alimento para comer con los deditos, salteando o asando garbanzos listos para comer. "A mi hijita de 19 meses le encanta comer con sus deditos garbanzos salteados con un poco de sazón", comenta la mamá Christina DeLuca. 

10. Mandarinas
Ricas en vitamina C y antioxidantes, las mandarinas son un excelente alimento que tu bebé puede comerse con los deditos. A los bebés les encanta su sabor. 
Idea para servir: ¡Facilísimo!: Corta los gajos en pedacitos que el bebé pueda meterse a la boca, sin riesgo de que se atragante, y listo. Puedes comprar mandarinas frescas o enlatadas, pero si las compras de lata, asegúrate que vengan sumergidas en agua y no en jarabe o almíbar, ya que a éste le agregan azúcar. 

Recuerda: Espera tres días antes de ofrecer a tu bebé un nuevo alimento. De esta manera, podrás darte cuenta si tiene una reacción alérgica a alguno de ellos (diarrea, vómitos, carita hinchada, dificultad para respirar o sarpullido). Si existen antecedentes familiares de alergias o si tu bebé manifiesta una reacción alérgica durante este proceso, deja pasar una semana entre cada nuevo alimento.
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jueves, 24 de marzo de 2016

Empezar con los alimentos sólidos: la papilla

Durante los primeros meses de vida de tu hijo, el único alimento que necesita es la leche materna o leche preparada. La leche le proporciona la base nutricional que los bebés necesitan y es el único alimento que su boca y sistema digestivo pueden procesar. Pero entre los 4 y los 6 meses de edad, los bebés se vuelven físicamente más activos. Es en este momento cuando por primera vez, tienen hambre y están suficientemente desarrollados para comer alimentos sólidos. 

¿Por qué no puedo dar a mi bebé alimentos sólidos durante los primeros meses?
Los recién nacidos tienen el reflejo natural de chupar y succionar leche del pezón o de la tetina. Hasta aproximadamente los 4 meses de edad, si dieras comida a tu bebé con una cuchara, al sentirla en sus labios, su lengua empujaría y expulsaría la comida de forma refleja. Ésta es una forma natural de mostrarte que no está preparado para tragar alimento sólido porque podría ahogarse. Además de esto, el estómago y el intestino de un recién nacido no están preparados todavía para digerir sólidos. Si le das sólidos a tu bebé demasiado pronto, éstos podrían causarle malestar abdominal, estreñimiento y aumentar la probabilidad de que desarrolle alergias alimentarias. No mezcles cereales en el biberón de tu bebé, a menos que un doctor te aconseje hacerlo en el caso de que tu bebé padezca de alguna condición médica especial como reflujo gastro- esofágico. 

¿Cómo sabré cuándo mi bebé está preparado para comer alimentos sólidos?
La mayoría de los bebés están preparados para hacerlo entre los 4 y los 6 meses. Los bebés prematuros pueden tardar algo más. Como el desarrollo de cada bebé es distinto, observa los siguientes signos que te indicarán cuándo está preparado tu bebé: 

  • Tiene un buen control de la cabeza y puede incorporarse solo o con ayuda.

  • Muestra mayor interés por la comida. Puede que te mire fijamente mientras comes, que abra su boquita cuando vea comida y se incline hacia tu comida mientras comes.

  • Puede cerrar la boca alrededor de la cuchara y utilizar los labios y la lengua para tragar la comida, en vez de escupirla.
  • Su apetito se incrementa y parece tener más hambre que antes.


  • ¿Qué primeros alimentos sólidos debo dar a mi bebé
    Para muchos bebés, el primer alimento sólido son los preparados o papillas de cereales. Este alimento es nutritivo y favorece una buena práctica para que aprenda a comer con cuchara. Asegúrate de comprar cereales ricos en hierro ya que tu bebé necesita un buen aporte de este elemento para un buen crecimiento. Empieza con cereales con base de arroz, después de avena y cebada; prueba cereales mixtos de trigo más tarde, ya que este último puede causar alergias. Da a tu bebé sólo un nuevo alimento cada vez, durante al menos dos o tres días para poder advertir posibles signos o reacciones alérgicas, como vómitos, diarreas o erupciones. Si ves cualquiera de estos signos, interrumpe esa alimentación y habla con tu pediatra. 

    Puedes darle papilla de cereales preparada o hacerla tú misma en casa. Mezcla 4 ó 5 cucharadas de leche, materna o preparada, con una cucharadita de cereales y ajusta el espesor de la mezcla a lo que tu bebé pueda tragar. Empieza con papillas finas y ve variándolas a medida que tu bebé pueda tragar alimentos más gruesos. Tu bebé puede empezar por comer sólo unas pocas cucharadas, pero más tarde acabará comiéndose todo un biberón o un tazón. 

    ¿Cómo debo alimentar a mi bebé?

    Puedes empezar a darle la papilla en cualquier momento del día. Para animar a comer a tu hijo, puedes darle unas pocas cucharadas al principio, cuando está realmente hambriento, y después darle leche materna o preparada. 

    Aquí te damos algunos trucos para que puedas darle la papilla : 
    Asegúrate de que esté sentado para prevenir que se ahogue. Puedes sentarlo en tu regazo, en una hamaquita infantil o en la trona , bien sujeto entre cojines, si es necesario. 

    Espera lo peor: comida salpicando su cara, manos, pelo, ropa, por la trona, por el suelo e incluso sobre ti. Déjale que toque y explore la comida si así lo quiere. Puedes colocarle un babero, poner un plástico para cubrir el suelo y tener un trapo a mano para ir limpiando. Quizás también necesites darle un baño después de comer. 

    Ponte en frente de tu hijo, enséñale cómo abrir la boca y háblale de lo buena que es la comida y lo bien que lo está haciendo. 

    Utiliza una cucharita de bebé para empezar con un cuarto o media cucharita de papilla de cereales. Sostén la cuchara frente a él, a unos 30 centímetros de su cara y espera a que vea la comida y abra su boca para comer. Dale la comida tan lentamente o rápidamente como quiera comer. 

    Observa los signos que puedan indicarte que tu hijo no quiera comer más. Puede ser que se retire huyendo de la comida, cierre sus labios con firmeza, mueva la cabeza o la gire, empuje la comida con sus manos o empiece a protestar. Tu hijo te está diciendo que es el momento de parar de darle de comer. Las primeras veces, tu hijo puede fruncir el ceño, tirarte la comida o fingir que tiene arcadas. No te preocupes, son reacciones normales ante nuevos sabores y texturas. Pruébalo más tarde y tu hijo lo irá aceptando con la práctica. Si tras varios intentos, tu hijo sigue sin poder tragar la papilla, quizás no esté preparado todavía. Si es el caso, pruébalo de nuevo pasadas una semana o dos. 

    ¿Leche materna o leche preparada?
    Durante el primer año de vida de tu hijo, la leche materna o la leche preparada es su principal fuente nutricional. Cuando tu bebé empiece a comer papilla, puede que por un tiempo siga tomando la misma cantidad de leche materna o preparada que antes. Cuando tu hijo tenga un año, debería estar alimentándose a partes iguales de leche y comida sólida: tres comidas por día y de 450 a 700 ml. de leche. 

    Las deposiciones del bebé
    Cuando tu bebé empiece a comer papillas y alimentos sólidos, sus deposiciones cambiarán de forma natural. Puede que notes que son más sólidas, más oscuras o que su color cambia (verdes tras haber comido verduras o rojizas al comer remolacha). El olor también se volverá más fuerte. Todo esto es normal y no debe preocuparte. Pero si tu hijo padece diarrea (heces acuosas), estreñimiento (heces duras y dolorosas) o aparece sangre en ellas, contacta a tu pediatra. 

    ¿Qué otros sólidos puedo dar a mi hijo?? 
    Una vez que tu hijo pueda comer papilla con cuchara, estará preparado para comer otros alimentos en forma de puré fino de frutas, verduras y carne. Para más información sobre esta etapa, lee el artículo "Alimentación para el bebé: Frutas, verduras y hortalizas .

miércoles, 23 de marzo de 2016

Alimentos sólidos del bebé por edad: de 4 a 6 meses

Revisado por la nutricionista Claudia González
Señales de que está listo para comer alimentos sólidosAlrededor de los 6 meses, probablemente comiences a notar signos de que tu bebé está listo para empezar a comer alimentos sólidos. Aquí te ofrecemos una lista de las señales a las que debes estar atenta. Sin embargo, ten en cuenta que es probable que tu bebé no haga todas estas cosas: 

Puede mantener la cabeza erguida por sí solo.
Puede sentarse bien en su sillita alta para comer.
Es capaz de hacer movimientos de masticado.
Muestra un aumento significativo de peso (ha duplicado el peso que tuvo al nacer).
Muestra interés en la comida.
Puede cerrar la boca cuando introduces una cuchara en su boca.
Puede mover la lengua de un lado a otro pero está perdiendo el reflejo de extrusión de la lengua, es decir, el reflejo de empujar con la lengua fuera de su boca todo lo que sea sólido.
Parece que tu bebé se queda con hambre, incluso cuando lo alimentas diariamente entre 6 a 8 veces con leche materna o con alrededor de 40 onzas de leche de fórmula (1118 ml)
Le están saliendo los dientes

Ten presente que una de las causas de la obesidad infantil, que es común entre los niños latinos, es interrumpir la lactancia demasiado pronto e introducir alimentos sólidos antes de los 6 meses. Por eso, antes de introducir éstos a la dieta de tu bebé, consúltalo con el pediatra y asegúrate de que tu bebé muestra varias de las señales arriba mencionadas. 

Alimentos que le puedes darLeche materna o de fórmula. Además de:Alimentos en puré o papillas como camotes (batata o boniato), calabaza, manzana, plátanos, durazno (melocotón) y pera. O bien, cereal semilíquido fortificado con hierro.Cuánto debe comer por díaPara comenzar, dale alrededor de una cucharadita de papilla o cereal. Mezcla de 4 a 5 cucharaditas de leche materna o de fórmula con cereal (la consistencia será muy líquida).Incrementa y empieza a darle una cucharada grande de papilla o cereal mezclado con leche materna o de fórmula, dos veces al día. Si le das cereal, puedes ir espesando su consistencia gradualmente (lo que puedes lograr si añades menos líquido), pero procura que sea fácil de tragar.

martes, 22 de marzo de 2016

Problemas y dudas sobre la concepción

Llevamos seis meses intentándolo y no logro quedarme embarazada.  ¿ Debo preocuparme?

Seis meses no es preocupante. A partir de un año te aconsejamos que acudas a tu ginecólogo para que analice posibles problemas.  Eso no quiere decir que seáis una pareja estéril.
   De todas maneras,  si alguno de los dos habéis padecido cualquier enfermedad que os haga sospechar que pueda impedir os tener hijos.

¿ Deberé someterme a una FIV si sólo tengo una trompa de Falopio?

No. El hecho de contar con una sola trompa en funcionamiento no tiene por qué ser un problema para concebir. Como tampoco es un impedimento para quedarse embarazada contar con un solo ovario.

Logros de tu bebé entre los 4 y 5 meses (etapa 1) - Nestlé y el desarrollo de tu bebé


domingo, 20 de marzo de 2016

Morder y chupar, una forma de descubrir el mundo

Los primeros meses los bebés lo chupan y lo muerden todo. Nosotros pensamos que lo hacen porque le están saliendo los dientes, pero lo que no sabemos es que cada vez que se llevan algo a la boca están explorando el mundo .
En los primeros meses de vida, las sensaciones que obtienen los bebés a través de la boca les proporcionan una información más eficaz que cualquier otro sentido. Más adelante usarán los juguetes para jugar, pero, con esta edad, los utilizan para investigar y explorar. Y, no solo sus juguetes sino cualquier objeto que se encuentran: unas gafas, una silla o su propia mantita.

El pezón, la tetina, los dedos o la manta
Los bebés se empiezan a chupar el dedo en el útero. Al nacer, siguen con elpezón materno y la tetina. Después descubren sus dedos, la mantita o el puño de tela de su pijama... y así van aprendiendo que existen diferentes texturas, formas y sensaciones.
La boca es su principal ventana hacia el mundo exterior durante los primeros meses de vida ya que su lengua está dotada de muchas terminaciones nerviosas.Al meterse los objetos en la boca, los bebés los muerden con las encías, los chupan y les dan vueltas con la lengua. Exploran e investigan cómo es el objeto de todas las maneras posibles a su alcance.En estos primeros meses, el chupeteo tranquiliza a los bebés y les ayuda a descargar la tensión. Calmarse a sí mismos chupando es su primera muestra de independencia.A los pocos meses ya son capaces de alcanzar los objetos deseados.Debemos andar con mil ojos para que los materiales que lo rodean sean aptos para su insaciable curiosidad bucal.Hay que conseguir que su entorno sea un lugar seguro sin sabotear su afán investigador: debemos eliminar del suelo, de las estanterías bajas y de las mesitas cualquier objeto pequeño que el bebé se pueda tragar.Debemos ofrecerle juguetes de diferentes formas y texturas que se pueda meter en la boca sin peligro para chupar y disfrutar.

Reconocen las cosas por la bocaLos niños chupan objetos para aprender más sobre sus características físicas. A medida que van creciendo, varios factores de su desarrollo intervienen en el proceso: pueden coger lo que les interesa y llevárselo a la boca para un examen más minucioso.Está demostrado que la boca es una fuente de conocimiento del bebéy que el examen oral aumenta su capacidad para reconocer formas visualmente. En varios experimentos se ha dado a chupar diferentes objetos a niños y se ha comprobado que cuando se les muestran imágenes reconocen los objetos que han tenido en la boca.Alrededor de los seis o nueve meses, la investigación chupóptera les inspira a jugar con su voz. Sienten que pueden cambiar el medio gracias a sus ruidos y gestos, y esa exploración les estimula a hacer ruidos con el juguete dentro de la boca.Al final del primer año, el bebé empezará a explorar los objetos de forma diferente. Le interesará más apilarlos y zarandearlos que chuparlos. No debes preocuparte, tu hijo estará aprendiendo a obtener información a través de sus otros sentidos.

Aprender a chuparA los cuatro meses la boca del bebé empieza a desarrollarse para poder comer alimentos sólidos más adelante.En esta etapa, el acto reflejo que poseemos para evitar asfixias les hace expulsar automáticamente cualquier objeto que toque la parte posterior de la lengua.Aprender a chupar ayuda a que ese reflejo se mueva hacia atrás para que el pequeño pueda aceptar comida de diferentes texturas.A los seis meses ya se le puede empezar a alimentar con cuchara sin que su lengua la rechace automáticamente.

¿Qué podemos dejar que el bebé se meta en la boca y qué no?
Además de sus juguetes, el bebé suele meterse en la boca otros objetos que pueden parecer peligrosos. Pero, ¿realmente lo son?
Peluche. El peligro está si no está bien cosido o las piezas están un poco sueltas porque el niño puede atragantarse. Además, conviene lavarlos de vez en cuando con agua tibia y jabón neutro para mantenerlos limpios. Hay que aclararlos bien para que no queden restos de jabón.Pelota. No debe ser más pequeña que una pelota de tenis para evitar que el niño se la meta entera en la boca. Debemos comprobar que es lo suficientemente blanda y que no se le cae la pintura porque nuestro pequeño la podría ingerir.Esponja. Hay que vigilar que no contengan jabón y que no se desprendan trozos. La humedad que acumulan genera hongos, por lo que hay que cambiarlas y esterilizarlas cada cierto tiempo.Móvil. Falta mucho por descubrir sobre los efectos de los teléfonos móviles en los humanos, pero por ahora sí sabemos que un bebé chupando un móvil saldrá menos perjudicado que el propio móvil.Alfombras. Les encanta gatear por esa cosa peluda, pero el sabor de su textura no les suele agradar. Aunque no es posible ni recomendable tener la casa completamente esterilizada, conviene mantener las alfombras limpias y aspiradas, especialmente para que no oculten objetos pequeños que pueda tragarse el bebé.Zapato. El cuero y el plástico son agradables masajeadores de encías, y aunque no sea el mejor juguete, no es terrible que muerda su propio zapatito siempre que lo limpiemos con jabón neutro y agua tibia. Lo que no es muy apropiado es que se lleve a la boca el zapato de su hermano mayor...Papel. En la exploración bucal del bebé la peor parte se la suelen llevar los libros, revistas y periódicos. Aunque no están pensados pra ser chupados, la cantidad de tinta que pueden desprender, muy difícilmente intoxicará a un niño. El mayor riesgo radica en que el pequeño se atragante con un trozo de papel

sábado, 19 de marzo de 2016

Mi bebe chuparse mucho el puño

Respuesta de Dr. Luis González Trapote


Los bebés chupan todo lo que les llega a la boca. Es instintivo. Chupan el pezón de la madre, el biberón, el chupete, el dedo, la mano (cerrada o abierta), la sábana de la cuna, si se tercia. Es completamente normal y no tiene significado de dentición. La saliva que aparenta segregar en mayor cantidad, es muy probable que sea porque, al tener el puño en la boca no la traga y le sale de la boca. Tiene que valorar, además, que no sea signo de hambre en aquellos momentos. Cuando un bebé chiquitín llora por hambre es porque siente una molestia física, probablemente dolor en el estómago. Antes de ese momento suelen manifestar signos que indican que tiene hambre o sed y, uno de ellos es chuparse las manos.




viernes, 18 de marzo de 2016

Mi hijo se muerde las uñas. ¿Tiene solución?

La onicofagía es una manía común y tan difícil de erradicar que, en muchos casos, se mantiene de adulto
La onicofagia o el hecho de morderse las uñas, (Del griego öνυξ, —υχος, uña, y —fagia) es una manía común, y tan difícil de erradicar que, en muchos casos, se mantiene de adulto. Aunque según los psicólogos, la mayoría de los niños que presentan este hábito suelen dejar de morderse las uñas con el tiempo, hacia el final de la adolescencia hay alrededor de un 25% que aún sigue haciéndolo. Cuando la onicofagia perdura en la edad adulta (aproximadamente en el 10% de los casos) la persona suele recurrir a esta conducta cuando está nerviosa o aburrida, y el hábito se recrudece en periodos de estrés.
¿A qué obedece esta conducta repetitiva, y enfocada siempre al propio cuerpo? Su origen podría estar, según explica la terapeuta Rosario Linares, directora de El Prado Psicólogos, «en una extinción inadecuada del hábito de chuparse el dedo, pero hay que estar atentos, pues también puede indicar la existencia de un conflicto emocional subyacente». De hecho, matiza esta experta, «en ocasiones esta conducta está asociada al trastorno obsesivo-compulsivo o al trastorno dismórfico corporal». Además, tal y como aparece en «Tu hijo», la archifamosa y una decena de veces reeditada guía de crianza del doctor norteamericano Benjamin Spocken, ««es normal que en las familias haya más de un caso».
¿Se puede curar?
Que un niño deje de morderse las uñas no es tarea fácil, reconoce Linares, «pero tampoco imposible». A su juicio, «un tratamiento psicológico adecuado dota a la persona de las herramientas necesarias para resistir el impulso de morderse las uñas, y en la mayoría de los casos la persona logra solucionar el problema de forma permanente». Por contra, añade, «si no se realiza un tratamiento para ello, en este 10% de personas lo habitual es que recurran a él en mayor o menor medida a lo largo de su vida».
Por otro lado, un buen planteamiento para comenzar a tratar a un niño en el seno de la familia sería averiguar, según la teoría de Spock, cuáles son las presiones a las que está sometido el pequeño e intentar aliviarlas. «Porque lo importante —insisten— es entender que lo importante es buscar la causa de la angustia del niño, no el que se muerda las uñas en sí». Preguntémonos: ¿Se le está apremiando, corrigiendo, amonestando o regañando en exceso? ¿Existen demasiadas expectativas sobre su trabajo en el colegio? «Preguntar al profesor acerca de la adaptación de su hijo al colegio, o intentar averiguar qué situaciones le ponen nervioso», son algunas de las pautas sugeridas.
Otras posibles actuaciones a realizar, según explican los psicólogos infantiles Rocío Ramos-Paul y Luis Torres en su manual Niños: Instrucciones de uso, serían las siguientes:
—Explicarle al niño las ventajas de tener las uñas bien cuidadas: «No salen padrastros que luego duelen, ni se deforman los dedos, tus manos tienen una apariencia cuidada y aseada, etc.».
—Proporcionarle información de los riesgos que acarrea esta manía: «Las uñas son algo que está expuesto todo el día a la suciedad de lo que tocamos, y morderla puede producir infecciones».
—Buscar la motivación del niño porque, si él no quiere hacerlo, será difícil que lo consigamos. Está comprobado que el índice de éxito en la disminución o desaparición de esta manía depende en un alto porcentaje de que el niño quiera abandonarla. Esta teoría se repite en la obra de Spock, donde se dice que los niños en edad escolar suelen querer dejar el hábito cuando perciben la desaprobación de sus iguales, y que se puede reforzar esta motivación positiva haciendo sugerencias, pero «es mejor que deje a su hijo al mando de la "campaña" contra las uñas mordidas».
—Pedirle que se deje crecer la uña. Una vez conseguido y después de premiar su esfuerzo, intentarlo con dos y así sucesivamente hasta llegar a las diez.
—Indentificar con él los momentos en que tiende a morderse las uñas y proporcionarle un método para mantenerlas a salvo, por ejemplo, poner tiritas en las uñas, untarlas con alguna sustancia... etc. Aunque según matiza la guía Tu hijo, «la aplicación de líquidos como el acíbar en las uñas puede funcionar, pero solo si es el niño quien lo pide para acordarse de que no tiene que mordérselas. Si se le pone en contra de su voluntad, el niño pensará que está siendo castigado, lo cual solo será otro motivo de tensión para él y, en tal caso, es posible que el hábito se prolongue».
—En ningún caso utilizar el acoso o castigo, insiste Spock. «Esto no suele disuadir de comerse las uñas a quienes lo hacen más de medio minuto, puesto que rara vez son conscientes de que lo están haciendo. A la larga —prosigue este autor—, tal vez incremeten la tensión y los animen a creer que el que ellos se muerdan las uñas es un problema de sus padres, no suyo».
¿Qué puede hacer un adulto, si todo ha fallado?
Siempre se puede probar con la hipnosis. Esta es, al menos, la sugerencia que hacen desde El Prado Psicólogos. «La hipnosis entendida como un estado de relajación profunda desde el cual podemos trabajar de forma segura y cómoda con nuestro subconsciente», asegura Rosario Linares, directora de este centro. Según esta experta, «desde este estado de relajación, en el cual permanecemos conscientes y despiertos, aunque tranquilos y relajados, podemos darle mensajes al inconsciente para que encuentre otros recursos más saludables que cumplan la misma función que los síntomas o hábitos que nos están produciendo un malestar en nuestra vida». «En el caso de la onicofagia, esta conducta no es un mero hábito sin sentido, sino que cumple la función de relajar a la persona cuando está tensa o de estimularla cuando está aburrida en otros casos, por lo que a través de la hipnosis podemos dialogar con el subconsciente para que encuentre otras formas de producir los efectos .

sábado, 12 de marzo de 2016

Caries en los dientes de leche, ¿qué hacer?

Cuando un niño tiene caries, lo primero es averiguar por qué y corregir la causa. Puede ser un esmalte débil, un exceso de chucherías y refrescos o una higiene deficiente.
Dr. Florencio de Santiago
 Ver testDientes infantiles: ¿Sabes cómo cuidar los dientes de leche?
No es normal que los niñostengan caries, por eso lo primero que hay que hacer es averiguar el motivopara tratar de evitar que vuelvan a salir.
Causas por las que los niños tienen caries
Las causas más frecuentes de caries son: un esmalte pobre, por una predisposición genética, tomar demasiados productos ricos en azúcares(dulces, golosinas y refrescos) y no cepillarse bien los dientes.
Qué hacer cuando aparecen las caries
Es necesario analizar con el pediatra cuál de los factores anteriores han sido los causantes de la aparición de las caries. También debes preguntar al odontólogo si conviene sellar con flúor algunas piezas dentales para que sean más resistentes.
Cómo son los empastes para niños
Con respecto al material del empaste, se utilizan dos: amalgama de plata y composite. La amalgama es una mezcla de mercurio líquido, polvo de plata, estaño y cobre, y el composite es una mezcla de resinas compuestas.
Ambos materiales obturan las caries sin causar problemas, salvo que se desarrolle alergia a alguno de sus componentes. La diferencia es básicamente estética, mientras que la amalgama de plata se ve mucho, el composite apenas se nota a simple vista. La elección del material depende en buena medida de la pieza dental y de la parte (esmalte, dentina o pulpa) que hay que obturar.
Lo mejor es dejarse guiar por el odontólogo y, lo más importante, saber queesas piezas obturadas se caerán pronto y serán sustituidas por otras permanentes, que habrá que cuidar muy bien.

Por qué al niño le llora un ojo constantemente?

Seguro que este lagrimeo constante se debe a un problema de muy fácil solución, pero para saber cuál es y acertar con el tratamiento debes llevar al niño al pediatra.
Marga Castro. Asesor: Gerardo Romera, pediatra.
El lagrimeo o epífora se presenta por un exceso de producción de lágrima o bien por una falta de recogida de la misma”, explica Gerardo Romera, pediatra del Hospital Universitario Madrid-Montepríncipe. Al hilo de esto conviene saber que las lágrimas se producen en la glándula lagrimal (parte más externa del ojo y más cercana a la sien) y se recogen en el saco lagrimal (parte más próxima a la nariz).
CAUSAS MÁS HABITUALES DEL LAGRIMEO DEL OJO
La abundante y continua producción de lágrima en el niño puede deberse a muy diferentes causas. Las más frecuentes son: irritación (por falta de parpadeo debido al abuso de la televisión o de la tablet, por ejemplo), traumatismo (por golpe o arañazo) y conjuntivitis (puede ser infecciosa o alérgica). Para salir de dudas debemos llevar al pequeño al pediatra: él le examinará y establecerá el tratamiento más oportuno.
En los tres casos, el especialista recomendará lavar el ojo al niño con suero fisiológico ocular. Si el pequeño también tiene una infección, además le recetará un colirio antibiótico, y si su problema es de tipo alérgico, le prescribirá un colirio antihistamínico.
LAGRIMAL OBSTRUIDO
Otro motivo menos habitual que los anteriores, pero que también puede hacer que al niño le llore un ojo, es que tenga el lagrimal obstruido. Este problema es relativamente frecuente en los recién nacidos y suele solucionarse en el primer año de vida, pero si la obstrucción es parcial, puede perdurar hasta que el niño es mayorcito. El pediatra derivará al pequeño al oftalmólogo infantil y éste le recomendará masajes en el saco lagrimal (lo tendrá enrojecido e inflamado) y lavados frecuentes con suero fisiológico ocular. Si estas medidas no resultaran eficaces, el especialista se planteará la posibilidad de solucionar el problema mediante una sencilla intervención quirúrgica.
¿Y SI AL NIÑO SE LE METE ALGO EN EL OJO?
Cuando a tu hijo se le meta algo en el ojo (arenilla, una pelusa...), dile que no se rasque y que lo mantenga cerrado durante un par de minutos. De esta forma lo normal es que el objeto extraño se traslade al lagrimal y termine siendo expulsado. Pero si no ocurre así, lleva a tu pequeño al pediatra, porque si se frota para calmarse el picor, el objeto extraño puede causarle una heridita y ésta podría afectarle a la conjuntiva (parte blanca del ojo) o a la córnea (membrana transparente que cubre el iris). Para diagnosticarle con la mayor precisión, el médico le echará un colirio amarillo en el ojo y, en caso de que haya una herida, la teñirá de este color. Para curarle le recetará un colirio antibiótico y le derivará al oftalmólogo infantil para que controle la cicatrización de la lesión.
EVITAR INFECCIONES OCULARES EN NIÑOS
Muchas infecciones oculares se producen porque los niños se tocan los ojos con las manos sucias. Por eso, además de recordar a tu hijo que se las lave a menudo, lleva siempre toallitas húmedas en el bolso para limpiárselas en cuanto lo necesite. Ahora bien, estas toallitas no sirven para asearle la cara, porque pueden irritarle los ojos. Para este uso emplea sólo toallitas faciales infantiles.

martes, 8 de marzo de 2016

RESEÑA: Arce de Lori Nichols


   Esta fue la primera vez que leí un libro de esta autora. Al parecer no tan solo escribi, si no que también libros ilustrados.
Yo tuve la oportunidad a apreciar su primer obra de este tipo.
    Todo gira alrededor de un árbol. Este hace la función de un personaje más. ( aunque concretamente no lo es).
    Su rol en esta história es ser un amigo para Arce (personaje principal).
    Al ser una niña sola, y no tener con quién jugar de sus familiares, su imaginación desarollo una pespectiva del árbol que no es la correcta.

     Lo más apreciado de esta historia son los valores transmitidos através de la breve narración. Podemos observar la amistad, la inocencia y el respeto por la naturaleza. 
        Para ser un libro infantil esta muy bien hecho.
        

lunes, 7 de marzo de 2016

Dentición

¿Cuándo le empezarán a salir los dientes a mi bebé?A la gran mayoría de los bebés les empiezan a salir los dientes entre los 4 y 7 meses de edad.

Si la dentición de tu bebé es precoz, puede que veas su primer dientito (que suele ser uno de los dientes de abajo, en el medio) a los 3 meses. Y si la dentición es un poco tardía, quizás tengas que esperar un año o más. (En algunos casos muy raros, el primer diente del bebé se puede visualizar al nacer.) Cuando le salga el primer diente a tu bebé celebra esta fecha importante tomándole fotos y anotándolo en su libro de recuerdos.

Los dientes de tu bebé empiezan a desarrollarse en el útero. Mientras estabas embarazada desarrolló la base de lo que serán sus dientes de leche, aunque éstos están todavía metidos en las encías. Los dientes brotan uno a la vez a lo largo de varios meses y a menudo, pero no siempre, en el siguiente orden: primero nacen los dos dientes inferiores del centro; luego los dos superiores del centro; y después los que están hacia los lados y atrás. Puede que al nacer los dientes no salgan derechos; pero no te preocupes, con el tiempo se suelen enderezar.

Los últimos dientes en aparecer (los segundos molares, que se encuentran al fondo de la boca, arriba y abajo) normalmente brotan alrededor del tercer cumpleaños de tu hijo. Para los 3 años, tu hijo tendrá el juego completo de 20 dientes de leche perfectamente instalado, y estos dientes no deberían empezar a caerse hasta que sus dientes permanentes estén listos para nacer, alrededor de los 6 años.¿Qué síntomas de la dentición tendrá mi bebé?Algunos expertos debaten si ciertas afecciones, como la irritación, la diarrea y la fiebrepueden ser causadas por la dentición, o si y simplemente coinciden con la salida de los dientes. Una de las posibles explicaciones es que durante la dentición los bebés entran en contacto con un mayor número de virus y gérmenes al llevarse más cosas a la boca para morderlas.

Hay bebés que pasan por este proceso sin ningún problema, pero muchos padres manifiesten que sus hijos están molestos. Sí tu hijo tiene síntomas molestos, estos son los más comunes:

Irritabilidad o incomodidadBabeo de saliva (puede provocar irritación facial)Inflamación y dolor en las encíasGanas de morderProblemas para dormir
Aunque muchos padres afirman que sus hijos tienen caquitas más blandas y sueltas, les gotea la nariz o tienen un poco de fiebre justo antes de que les salga un nuevo diente, la mayoría de los expertos no creen que la dentición sea culpable de estos síntomas. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, la fiebre y la diarrea no son síntomas normales de la dentición.

El Dr. William Sears, pediatra y autor del libro The Baby Book, no está de acuerdo. Sears piensa que la dentición provoca la diarrea y también un poco de dermatitis de pañal porque el exceso de saliva del bebé llega a sus intestinos, soltando las heces. También defiende que la inflamación de las encías puede resultar en una fiebre baja (una temperatura rectal inferior a 100.4 grados Fahrenheit, o 38 grados Celsius).

Si tu hijo tiene una temperatura rectal de 101 grados Fahrenheit, 38.3 grados Celsius, o más (100.4 Fahrenheit, 38 Celsius, o más en bebés menores de 3 meses) y también tiene síntomas como letargo o flojera, falta de apetito, vómito o diarrea, llama a su médico para descartar una enfermedad más seria.¿Qué puedo hacer para aliviar la molestia de mi hijo?Dale algo para masticar, un aro especial para la dentición o un paño húmedo que hayas metido un rato en el refrigerador (no en el congelador). O simplemente frota sus encías con un dedo limpio, con suavidad pero con firmeza, para aliviarle temporalmente el dolor.

Si tu bebé ya es suficientemente mayor como para comer alimentos sólidos, también le producirá alivio comer alimentos fríos, como el puré de manzanas o el yogur. Otro truco es ofrecerle una galleta dura de esas que están hechas especialmente para la dentición. Pero vigílalo con atención para evitar que se atragante.

Si nada de esto sirve, quizás tu doctor pueda recetarte paracetamol (acetaminofén) infantil para aliviar el dolor. Consulta siempre con el médico de tu bebé para saber la dosificación correcta antes de darle acetaminofén a un niño menor de 2 años.

Y nunca le des a un niño aspirina, ni siquiera aplicada sobre las encías, el uso de aspirina en niños está asociada con el Sindrome de Reye, una condición médica rara pero peligrosa o fatal.

Pregúntale al médico de tu bebé antes de probar un analgésico tópico, como un gel o crema, que se unta en las encías. Los productos tópicos anestésicos que contienen benzocaína pueden provocar la metahemoglobinemia, una enfermedad rara pero grave en la que el nivel de oxígeno en la sangre cae peligrosamente.


Las 6 enfermedades más comunes en los bebés y cómo tratarlas

Es muy difícil estar tranquila cuando tu bebé está enfermo. A muchos papás no les gusta siquiera pensar en esa posibilidad. Ciertas enfermedades, sin embargo, son tan comunes durante el primer año del bebé que son casi de rutina.

Es muy probable que tu bebé experimente una o más de las siguientes seis enfermedades durante su primer año de vida. Por fortuna, hay cosas que tú puedes hacer para tratar algunos de los síntomas y para que tu bebé no esté tan incómodo.
EstreñimientoEl estreñimiento es muy común y afecta a alrededor del 30 por ciento de los niños en algún momento. Ten en cuenta que no existen horarios o números “normales” cuando hablamos sobre la caquita de los bebés. Tu bebé tendrá su propio patrón. Algunos bebés hacen caquitas después de cada comida y otros solamente hacen un par de veces a la semana.

Su patrón individual depende de lo que come y bebé, qué tan activo es, y qué tan rápido digiere sus alimentos y elimina el desperdicio. Con la práctica, podrás adaptarte a los patrones únicos de tu bebé.

Si estás preocupada porque crees que tu bebé está estreñido, hay un par de señales a las que debes estar atenta. Un indicio es que hace menos popó que de costumbre, especialmente si no ha hecho en tres días o más y es muy obvio que le resulta incómodo cuando defeca de nuevo. Otra señal de que puede estar estreñido es cuando sus haces son duras y secas y son difíciles de pasar, sin importar qué tan frecuentes son.

Si notas caquitas muy líquidas en el pañal de tu bebé, no asumas que es diarrea. De hecho, puede ser evidencia de estreñimiento. Las caquitas líquidas pueden traspasar la obstrucción de la parte baja del intestino y terminar en el pañal de tu bebé.

Averigua otras causas del estreñimiento y cómo tratarlo. Observa además nuestra útil guía de la caquita del bebé para averiguar qué es normal y qué no lo es.
Tos y resfriadosEs casi seguro que tu bebé se resfriará durante el primer año. Existen cientos de virus que causan resfriados o catarros, y tu bebé no puede combatirlos tan fácilmente como tú porque su sistema inmune está todavía desarrollándose. Además, los bebés exploran todo con sus manos y bocas, dándole a los virus que causan los resfriados amplia oportunidad para entrar en sus organismos.

Los resfriados son especialmente comunes en el otoño e invierno, cuando los bebés pasan más tiempo dentro de sus hogares, un ambiente en el cual los virus pueden propagarse más fácilmente de persona a persona.

En promedio, los adultos pescan de dos a cuatro resfriados al año; el niño promedio de seis a diez. Un niño que está en la guardería puede tener ¡hasta doce resfriados al año!

Dilucidar si tu bebé tiene un resfriado común, una alergia, o una enfermedad más sería puede ser difícil. Las características de un resfriado incluyen una nariz que no para de gotear (con moco claro, amarillento o verdoso), estornudos, y posiblemente una tos o fiebre leve. Más indicios:

Comportamiento. Un niño que tiene un resfriado común puede continuar jugando de manera habitual. Si es una enfermedad más seria, probablemente tendrá menos energía y estará malhumorado.

Comienzo gradual. Un resfriado inicia sigilosamente, se agrava, y se calma en 10 días más o menos. Enfermedades como la influenza con frecuencia tienen un comienzo rápido. Las alergias suelen ser continuas, y no causan fiebre.

Lee más consejos sobre cómo prevenir la tos y los resfriados, y cómo tratarlos cuando aparecen de repente.
Rozaduras de pañalLas rozaduras de pañal son un hecho en la vida de los niños. Casi todos los bebés sufren de rozaduras de pañal alguna vez. Curiosamente, en los países donde los pañales no se usan, las rozaduras de pañal son casi desconocidas. Sin embargo, en Estados Unidos, cerca de uno de cada cuatro bebés padecen de rozadura de pañal durante su primer mes de vida.

La rozadura de pañal no es un signo de que eres una madre descuidada, aunque ciertamente puedes creer que es así cuando observas la piel suave y tersa de tu bebé, roja e irritada. Es cierto que un bebé al que se le deja en un pañal sucio por demasiado tiempo tiene más probabilidades de desarrollar una rozadura. Sin embargo, cualquier bebé con piel sensible puede rozarse, aun si sus padres lo cambian de pañal cada dos por tres.

Aun los pañales más absorbentes en el mercado no remueven toda la orina de la delicada piel del bebé. La orina mezclada con bacterias en la popó se descompone y forma amoníaco, el cual puede ser muy áspero.

La introducción de nuevos alimentos sólidos en la dieta del bebé, puede cambiar la composición de la popó o hacer que el bebé evacúe con más frecuencia, lo cual puede causar rozaduras.

Lee más consejos para prevenir las rozaduras de pañal.
DiarreaCuando tu niño tenga diarrea, podrás identificarla de inmediato al verla. A diferencia de una popó líquida, que se presenta de vez en cuando, la diarrea tiende a ser más frecuente, líquida y más aguada (o demasiado aguada). Algunas veces también tiene un olor fétido. (El bebé que es normalmente alimentado con leche materna produce una popó suave con una forma que es reconocible; también tiene un olor dulzón, como a mantequilla, o no tiene un olor real). La racha de diarrea puede durar por varios días y a veces es acompañada por dolores con retortijones.

Una diarrea aguda es común en los niños; hasta 1 de cada 6 niños visita a su doctor cada año a causa de un episodio. Las causas en la mayoría de los casos en bebés son infecciones bacterianas o virales.

La diarrea causada por una infección viral puede estar acompañada por vómito, dolor abdominal, fiebre, escalofríos y dolores musculares. Una infección bacteriana puede ir acompañada de calambres, sangre en la popó, fiebre, y tal vez vómito. Algunas veces las alergias a los alimentos o una reacción a un antibiótico causan diarrea.

El tomar jugo en exceso es también una causa común de la diarrea. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda no darle jugo de frutas a los bebés durante los primeros 6 meses, y no más de 4 onzas (118 ml) al día después de esa edad.

Lee más consejos sobre cómo tratar los síntomas de la diarrea de tu bebé.
Infecciones de oídoLos niños padecen más infecciones de oído (otitis aguda media) que cualquier otra enfermedad diagnosticada, excepto por el resfriado común. Del 80 al 90 por ciento de todos los niños sufren de una infección de oído antes de los 3 años. Algunos niños, no muy afortunados, padecen de infecciones de oído una y otra vez. ¿Por qué?

Primero, tu bebé está físicamente predispuesto a las infecciones de oído. El espacio pequeño detrás de cada tímpano está conectado con la parte de atrás de la garganta por un canal minúsculo llamado trompa de Eustaquio. Cualquier cosa que interfiera con la función de la trompa de Eustaquio o bloquee su drenaje normal de la parte media del oído, como comúnmente pasa con los resfriados e incluso las alergias, pueden aumentar el riesgo de infección.

Los bebés tienden a padecer infecciones de oído más que los niños pequeños debido a que las trompas de Eustaquio son bastante planas en un bebé. A medida que la cabeza del bebé crece, las trompas adquieren una posición más vertical, de modo que el líquido puede drenar con mayor facilidad.

Tu bebé estará más propenso a padecer de infecciones de oído si está expuesto al humo del cigarrillo, si asiste a una guardería, o lo alimentas con biberón cuando está acostado. El uso prolongado del chupón parece también incrementar el riesgo de este tipo de infección. Y algunas veces una infección de oído ocurre de la nada y sin razón aparente.

Los síntomas comunes de una infección de oído incluyen:

Un cambio súbito en el comportamiento (llanto e irritabilidad).Los bebés más grandes puede jalarse o frotarse las orejas.Vómitos, por lo general sentirse enfermo, y algunas veces diarrea.
Averigua cómo prevenir y tratar las infecciones de oído.
VómitoCasi todos los bebés vomitan en algún momento. Vomitar es por lo general más fuerte y en mayor cantidad de lo que tu bebé regurgita después de comer. Si tu bebé parece afligido cuando esto está pasando, está probablemente vomitando. Regurgitar no perturba en lo absoluto a la mayoría de los bebés.

A menos que sea persistente, vomitar es rara vez peligroso y las posibles causas son muchas. Puede ser una señal de una enfermedad (como una gastroenteritis viral, una infección del tracto urinario, una infección de oído, o algo más serio) o debido a problemas alimenticios o simplemente está comiendo demasiado.

Otras posibles causas incluyen una alergia, ingerir algo tóxico, o tan sólo toser o llorar en exceso. Un bebé muy molesto puede literalmente “enfermarse a sí mismo".

No es fácil determinar con exactitud la causa del vómito, así que es mejor también estar alerta a otros síntomas. Por ejemplo, una infección viral que causa vómito normalmente provoca diarrea o fiebre. El vómito relacionado con alimentos ocurre poco después de las comidas.









viernes, 4 de marzo de 2016

Maternidad y Lactancia ( Gro Nylander)

La Maternidad y el encuentro con la propia sombra (Laura Gutman)

Para lograr noches tranquilas es indispensable revisar es indispensable revisar el funcionamiento familiar, ya que los problemas nocturnos representan los aspectos más ocultos de nuestra alma.

En busca del bienestar perdido (Jean Liedloff)

Para un bebé,  este tipo de experiencia incluyen:
- Contacto físico permanente con su madre,  otro familiar o cuidador/a desde el nacimiento hasta el comienzo de la fase de arrastre y gateo, en torno a los seis u ocho meses.
- Dormir en la cama de  sus padres, en contacto físico,  hasta que el bebé de necesitarlo por sí mismo,  lo que ocurre alrededor  de los dos años.
- Lactancia Materna a demanda en respuesta a las señales corporales del bebé.
- Contar con cuidadores dispuestos a atender de inmediato las necesidades del bebé sin emitir juicios,  mostrar descontento ni invalidar sus necesidades.
- Satisfacer sus expectativas de que es un ser innatatamente social y cooperativo,  un ser bienvenido y digno.

jueves, 3 de marzo de 2016

Morderse las uñas

Por qué los niños en edad preescolar se muerden las uñasEs posible que tu hijo se muerda las uñas por curiosidad, por aburrimiento, para aliviar el estrés, por imitación o por costumbre. Morderse las uñas es el más común de los “hábitos nerviosos”, que incluyen chuparse el dedo, picarse la nariz, tirarse del cabello y rechinar los dientes, y es probablemente el que más se prolonga (hasta la edad adulta) en la vida del niño. 
Morderse las uñas es una manera de aliviar las tensiones intensas, pero pasajeras, de la niñez. Crecer puede causar ansiedad: cuando aprenden algo nuevo en la escuela, por ejemplo, o timidez en una fiesta o en el parque. Si tu hijo se muerde las uñas de forma moderada (no se hace daño) o sin darse cuenta (cuando está distraído viendo la televisión, por ejemplo) o si lo hace como respuesta a momentos de estrés menor, probablemente no hay nada de qué preocuparse. 
Es posible que tu hijo deje de hacerlo por sí mismo, pero existen algunas maneras sencillas de ayudar a eliminar ese hábito si se prolonga demasiado o te resulta muy molesto.
Qué hacer cuando tu niño se muerda las uñasIntenta averiguar la causa de sus ansiedadesEs importante que descubras lo que motiva el comportamiento de tu hijo y que veas si existen situaciones de estrés en su vida que debes solucionar. 
Si sospechas qué está provocando la ansiedad de tu hijo, como un traslado de casa, un divorcio o un nuevo jardín de infancia o un recital de piano que se aproxima, haz un esfuerzo para ayudarlo a hablar de sus preocupaciones. Podría funcionar que mencionar una causa ridícula para que se muerda las uñas: “ya sé, te quieres afilar los dientes” rompa la tensión y haga que te cuente qué es en realidad lo que le está molestando. 
No lo recrimines ni lo castiguesA menos que tu hijo decida dejar de morderse las uñas, es difícil que puedas evitarlo. Al igual que otros hábitos o tics nerviosos, el morderse las uñas suele ser un acto inconsciente. Si tu hijo ni siquiera se da cuenta de que lo hace, recriminarlo y castigarlo no servirá de mucho. Incluso a los adultos les cuesta erradicar este tipo de hábitos, una vez los adquieren. 
Si el hábito en verdad te molesta, pon límites, por ejemplo “nada de morderse las uñas en la mesa”, es una regla tan razonable como “no darle comida al perro de tu plato”. 
Lo más importante es evitar que el tema aumente en proporción y se convierta en un asunto lleno de emociones y estrés. No dejes que perciba tu irritación y le digas “¡deja ya de morderte las uñas que no lo soporto!” ya que podrías convertir el hábito en una lucha de poder. 
Por lo general, mientras no se haga daño y no parezca demasiado estresado, lo mejor es procurar que tenga las uñas cortas para evitar la tentación de mordérselas si las tiene rotas. Haz que tenga las manos limpias para evitar la exposición a gérmenes, y procura que su atención esté enfocada en otro tema. Si lo presionas para que pare, añadirás más estrés y te arriesgarás a que intensifique ese comportamiento. 
Cualquier intervención directa, como aplicarle soluciones amargas sobre las uñas, le parecerá un castigo, aunque esa no sea tu intención. Cuanta menos presión asocie con el hábito, más probable será que pare por su cuenta cuando esté preparado. 
Ayúdalo cuando él quiera pararSi los amigos de tu hijo se burlan de él porque se muerde las uñas, puede que sea el momento de intentar parar y necesitará tu ayuda. Primero, háblale de las burlas y anímalo a que te diga cómo hacen que se sienta. Asegúrale que lo quieres sin importar el aspecto de sus uñas. Luego empieza a pensar en posibles soluciones. 
Habla de romper el hábitoHabla con tu hijo acerca de lo que son los hábitos nerviosos y cómo se pueden romper. Luego decide cuánto te vas a involucrar en el plan. ¿Tu hijo quiere que le recuerdes cuando lo vuelva a hacer? ¿o eso lo molestará? Algunos niños prefieren más ayuda de los padres y otros, en especial los mayores, menos. 
Ayúdalo a ser consciente de su hábitoAnima a tu hijo a que sea más consciente de cuándo y dónde se muerde las uñas. Pónganse de acuerdo en utilizar una clave secreta cuando se olvide, como tocarle el hombro o decirle una palabra clave. 
A algunos niños les resulta útil algo que le recuerde su hábito en el momento en que lo hacen. Esta opción es útil siempre y cuando tu hijo elija probarlo. De lo contrario, le parecerá un castigo. Si él lo desea, ponle curitas de colores en las puntas de los dedos o pegatinas de colores en las uñas, o aplícale una solución amarga que venden en las farmacias (pregúntale al farmacéutico qué producto es seguro para los niños). A algunas niñas una ida al salón y un color de uñas lindo les ayuda a no moderselas más. 
A cada niño le funcionará una técnica diferente, pero cuanto más sienta tu hijo que participa en este proyecto, mayores serán tus probabilidades de éxito y de evitar una lucha de poder. 
Dale alternativasSugiérele una actividad alternativa, como hacer un rompecabezas cuando viaje en auto o sujetar una piedra suave en la mano mientras lee. Practiquen el hábito alternativo juntos durante unos minutos antes de ir a la escuela o a la hora de ir a la cama. 
Puedes tratar también técnicas de relajación cuando ataquen las ganas de morderse las uñas, respiraciones profundas o abrir y cerrar los puños. 
Si tiene edad suficiente, enséñalo a usar una lima de uñas y tenerla a la mano en su habitación o el baño. 
Asegúrate de que esté ocupado jugando y corriendo afuera de ser posible, así quemará la tensión y el nerviosismo. Algunos niños se entretienen bastante con manualidades que tienen sus manos ocupadas y, al mismo tiempo, se relajan. Para otros niños, tocar un instrumento musical funciona. 
Trata y vuelve a tratarExplica a tu niño que la gente responde de diferentes maneras a las diferentes técnicas y anímalo a encontrar lo que funciona para él. En general, mientras más grande sea, más responsabilidad puede tener en identificar la mejor técnica para él. 
Y recuérdale (y recuérdate a ti misma) que los hábitos son difíciles de romper y que ustedes están del mismo lado. Tómate un descanso si lo necesitas y asegúrate de que tu hijo se siente amado y tiene tu atención sin importar cómo vaya su éxito en romper el hábito. Con tiempo, paciencia y perseverancia, lo vencerá.Cuando morderse las uñas es motivo de preocupación
En algunos casos, morderse las uñas puede ser síntoma de una ansiedad excesiva. Consulta con el pediatra si tu hijo se lastima la punta de los dedos o sangra al morderse las uñas, si el hábito de morderse las uñas va acompañado de otros comportamientos como pellizcarse la piel, tirarse de las pestañas o del cabello, o si aparecen cambios en su patrón de sueño.

Cuánta leche debe tomar un bebé de 12 meses?

En ocasiones tu bebé pasará por una época de rápido crecimiento y sentirá más hambre. Si durante el desarrollo de tu pequeño tienes alguna ...