lunes, 29 de agosto de 2016

Lactancia materna y deporte

Es importante practicar una actividad física saludable, hecha “a medida” de la mamá que da el pecho. Veamos cuáles son los ejercicios más adecuados. 
La actividad física se puede combinar perfectamente con la lactancia materna siempre y cuando sea moderada y suave: en este caso, el ejercicio no altera la calidad de la leche, por lo que sus beneficios se mantienen intactos. De esta forma, puedes estar tranquila porque el deporte te permite quemar los quilos de más ganados durante el embarazo a la vez que no altera la calidad de la leche.

¿Qué debes evitar?
• Las actividades demasiado agitadas. Debes regularte controlando tu ritmo cardíaco, que debe alcanzar una frecuencia ideal para hacer que consumas oxígeno, evitando, a su vez, la acumulación de ácido láctico.
• Las actividades que requieran un gran consumo energético, como el tenis, el jogging o el esquí de fondo. Al dar el pecho albebé, ya “gastas” 400-500 calorías al día y no es conveniente que el deporte se convierta en una fatiga más.
• Los ejercicios que implican separar las piernas o que obligan a que estés sentada mucho tiempo (como la bicicleta) si has sufrido una episiotomía.

¿Qué debes hacer?
• A partir de las primeras semanas después del parto, puedes empezar a hacer los ejercicios para reforzar los músculos del abdomen. Recuerda que sólo puedes hacerlo si has dado a luz por vía vaginal (con o sin episiotomía). Si te han practicado una cesárea, debes esperar un poco más con el fin de evitar estirar demasiado la herida.
• Practicar ejercicios para reforzar los pectorales, independientemente del tipo de partoque hayas tenido.
• Practicar actividades aeróbicas y a la vez suaves como la natación o los paseos a paso rápido. Las actividades físicas más adecuadas durante la lactancia deben ser relajantes para mejorar así la lactancia.

lunes, 15 de agosto de 2016

Bebé de 3 meses

Bebé de 3 meses

¡Tu bebé ya tiene tres meses, felicidades! Los primeros tres meses del bebé se han convertido en una etapa apasionante, en la que has podido observar progresos increíblemente rápidos en muy poco tiempo. ¡Parece mentira cuánto ha crecido! Todos sus sentidos han evolucionado mucho, los pequeños inconvenientes de las primeras semanas y meses ya se han superado, y tú ya te has convertido en una mamá experta. De aquí en adelante, observarás cambios importantes en sus habilidades físicas, y podrás interactuar con tu pequeño muchísimo más, disfrutando de sus sonrisas y sus gorjeos. Aquí tienes la información sobre el desarrollo de los bebés de tres meses.

CRECIMIENTO Y DESARROLLO DE TU BEBÉ DE 3 MESES

¡Felicidades por el tercer mes de tu bebé! Se puede decir que es su "mini-cumpleaños". Los tres meses marcan una primera etapa de su desarrollo y llega la hora de valorar su crecimiento con más conocimiento de causa.
A los tres meses, el peso del bebé es de unos 6-7 kilos. Al final de los tres meses, el pequeño habrá aumentado unos 10,5 centímetros con respecto a su estatura al nacer. En cualquier caso, los valores medios no tienen por qué corresponder a los de tu hijo, y debes saber que una cierta variación hacia arriba o hacia abajo es totalmente normal. La genética es determinante para el peso o la talla del pequeño.
A esta edad, ya puede seguir un objeto en movimiento, abrir y cerrar las manos, emitir sonidos y gorjeos, levantar la cabeza unos 45 grados cuando se le pone boca abajo y mover las piernas y los brazos enérgicamente, entre otros logros.

ALIMENTACIÓN Y SUEÑO DE TU BEBÉ DE 3 MESES

A partir de los tres meses, es posible que empiecen a reducirse las tomas nocturnas (si es que tu hijose despierta para comer por la noche). Aún faltan otros tres meses para empezar con la introducción de nuevos alimentos, así que la lactancia materna exclusiva (o bien el biberón, si alimentas a tu hijo con leche artificial) continúa siendo la única forma de alimentación de tu pequeño.
El bebé empieza a estar cada vez más activo y a pasar más tiempo despierto. Además, las horas que el pequeño dedica al sueño empiezan a reducirse.
Sin embargo, no todos los niños necesitan las mismas horas de sueño para descansar bien.
Para comprobar si tu hijo duerme suficiente, debes observar si, durante el día, se muestra cansado, si bosteza, si está irritable, etc. Establecer una rutina es fundamental para fomentar un hábito del sueño tranquilo. ​

CONSEJOS Y BIENESTAR DE TU BEBÉ DE 3 MESES

Para favorecer el desarrollo físico del bebé, juega con su cuerpo, realizando algunos ejercicios degimnasia, como flexionarle las piernas o extenderle los brazos. Ponle de pie unos instantes, sujetándole por el tórax, y anímale a moverse para coger sus juguetes, especialmente, si está tumbado boca abajo.
¿Te has dado cuenta de lo contento que se pone tu bebé cuando entras en su campo visual? Aunque ya te reconocía desde su nacimiento, ahora demuestra su predilección por ti de forma más expresiva. También se pone muy contento, sonríe y agita sus bracitos y sus piernas cuando ve a supapá o a las personas más cercanas. Sus sonrisas y gorjeos son cada vez más frecuentes y sonoros. ¡Está para comérselo!​


jueves, 11 de agosto de 2016

2 mes del bebé

A sacar los baberosLas glándulas salivales de tu bebé han estado funcionando desde que estaba en tu útero, pero tal vez hayas notado que hace poco empezó a babear. También que se mete todo a la boca y que produce más saliva de la que puede tragar.

Sin embargo, esto no significa que tu bebé esté ya entrando a la etapa de la dentición. Eso probablemente no empiece sino hasta dentro de dos semanas o más. A la mayoría de los bebés les sale el primer diente entre los 4 y los 7 meses de edad. Si el desarrollo de tu bebé va adelantado, podrías ver su primer dientecito, por lo general uno de los dos dientes centrales inferiores, asomarse por la encía a eso de los 3 meses. (Y en casos muy poco comunes, ¡el primer diente de algunos bebés es visible al nacer!)

Muchas mamás le ponen a su bebé un babero permanentemente a esta edad para que absorba la saliva. Si tú lo haces, recuerda quitárselo antes de que se duerma para evitar el estrangulamiento.

Lo bueno es que la saliva de tu bebé cubre los juguetes y otros objetos con una capa de proteínas que lo protege contra enfermedades. Eso es muy conveniente, ya que continuará explorando y metiéndose a la boca cualquier cosa que esté a su alcance.

Más horas de sueñoSi tu bebé duerme de cinco a seis horas seguidas, eres una de las pocas mamás (o papás) afortunadas en este sentido. La mayoría de los bebés de 10 semanas de edad aún se despiertan a media noche. Pero incluso los bebés que no duermen toda la noche, deben dormir y permanecer despiertos durante intervalos más largos en esta etapa, en vez de dormir y despertar tan seguido como al principio. Probablemente tu bebé tenga de dos a cuatro períodos largos de sueño y permanezca despierto hasta diez horas en un período de 24.

Una nota interesante: ya sea que a tu bebé le guste desvelarse o despertarse muy temprano, dormir mucho o poco, probablemente permanezca así durante toda su infancia.

Se da la vueltaTu bebé está aprendiendo a darse la vuelta. A esta edad es probable que pueda voltearse para quedar boca arriba cuando está acostado de lado, y que pueda darse la vuelta para quedar de lado cuando está boca arriba. La vuelta completa no la dará hasta dentro de un mes, aproximadamente, porque necesita que los músculos de su cuello y sus brazos sean más fuertes para esa maniobra.

La movilidad en aumento de tu bebé significa que debes mantener tu mano sobre él cuando le cambies los pañales. Nunca lo dejes solo en una cama ni en ninguna otra superficie elevada ahora que puede darse la vuelta.

Recuerda que tu bebé es un individuoTodos los bebés son únicos y se desarrollan a su propio ritmo. Las pautas de desarrollo simplemente muestran lo que tu bebé puede lograr, si no ahora, pronto. Si tu bebé fue prematuro, ten presente que los niños que nacen antes de término por lo general necesitan un poco más de tiempo para llegar a ciertas etapas de desarrollo. Si tienes alguna pregunta respecto al desarrollo de tu bebé, consulta con tu doctor.


lunes, 8 de agosto de 2016

Conversando con mi recién nacido


Probablemente no hayas dejado de hablar a tu bebé desde que le tuviste en brazos por primera vez. Aunque también es probable que esas charlas no pasen de las 5 o 6 palabras mientras le cambias el pañal, le das el biberón o le haces una carantoña. Y es que si te paras a pensarlo no es tan sencillo hablarle a alguien que apenas lleva unos días en el mundo… ¿Qué le digo? ¿En qué tono? ¿Comprenderá algo?
Obviamente no entiende tus palabras, pese a ello es muy importante dialogar con él. Al principio te frenará el hecho de que no te entienda y no te pueda responder, pero conviene no cejar en el empeño
¿A qué edad debo comenzar a hablarle?
Antes de nacer. Sí, has leído bien. Se recomienda empezar cuando tu bebé aún esté en el útero. Seguramente ya le hayas hablado entonces. Bien hecho. Según algunos estudios el bebé puede reconocer tu voz ligeramente, aunque distorsionada por el líquido amniótico. Conversar con él en este momento es una excelente manera de comenzar vuestra relación.
Tras dar a luz es útil hablar a tu pequeño, desde el principio. A su manera, buscará comunicarse contigo y responderte con señales que no tardarás en descifrar, como su risa, sus movimientos, llorando o mirándote fijamente. 
¿Cómo le hablo?
La respuesta es sencilla: lo más natural y espontáneamente posible, escuchándole y dándole la oportunidad de contestar. 
Durante los primeros días o meses te sorprenderás dirigiéndote a tu bebé en un tono muy particular, con una voz más aguda que la tuya. Esto es normal y tiene su explicación. Este lenguaje, al que los anglosajones denominan “motherese” se encuentra en prácticamente en todas las culturas y tiene unas características comunes: Está compuesto de frases muy cortas, hay mucha repetición y redundancia, el tono es melodioso, y contiene muchas palabras especiales de bebé, con referencias a objetos y actividades de su entorno. Además, está comprobado que los recién nacidos responden mejor a los sonidos agudos. 
En cualquier caso es importante que le hables con un lenguaje adecuado y aumentando el tono, el ritmo, la entonación y el vocabulario a medida que vaya creciendo. Es lógico que en sus primeros meses de vida oiga las mismas palabras repetidas una y otra vez (leche, pañal, juguete, muñeco, osito, biberón, chupete, casa, calle, etc.) pero no temas emplear términos más complejos. No te limites a nombrar las cosas que le rodean. Cuantas más palabras oiga el bebé en sus primeros meses más rico será su vocabulario después. Cuando se inicie en el léxico y la sintaxis el bebé va a tratar de imitarte, así que dale ejemplo.
No obstante comoquiera que hables a tu bebé, asegúrate de dejar pausas para permitirle responder aunque sea con un simple balbuceo, una sonrisa o una mirada. A los bebés les encanta que les prestes atención cuando tratan de comunicarse contigo. Así que no te sientas ridícula teniendo una “conversación” con tu pequeño, y utiliza expresiones habituales en una charla adulta como “¡No me digas! ¿De verdad piensas eso?” o cualquier frase que suelas emplear, el objetivo es hablarle con naturalidad. En poco tiempo será más receptivo y pronto comenzará a pronunciar sus primeras sílabas. 
¿Qué le digo?
Todo lo que concierne a vuestra relación o lo que haces con él puede ser explicado. No, no te va a entender, pero cuéntale todo lo que haces paso por paso, tu día, lo que vais a hacer juntos… le encantará. 
La comunicación no sólo implica el habla. Incluye el tacto (cogerle, acariciarle, besarle...), la expresión oral (gestos, contacto visual…) y por supuesto el sonido. 
Extender los brazos hacia tu pequeño, por ejemplo, le indica que estás a punto de cogerle. Otras formas de comunicación que tu bebé entenderá son la risa, los abrazos, los besos, las miradas… Es más, el simple contacto físico o visual con tu bebé le indicará que está seguro.

viernes, 5 de agosto de 2016

Sólo quiere brazos


Cuando era un bebé deseabas tenerle todo el día encima para disfrutar al máximo de tu pequeño recién nacido. Sin embargo, ahora que tu niño es mayor, es él el que quiere estar todo el día cogido en tus brazos  
Tu pequeño ha aprendido a andar hace poquito, pero ya se desenvuelve bastante bien. Le encanta explorar y tirarse por los suelos, disfrutando al máximo de su autonomía; además, no para quieto ni un instante y tiene mucha vitalidad. No obstante, en determinados momentos empieza a llorar y patalear reclamando los brazos de papá o mamá, se niega a andar y comienza con uno de sus berrinches. 
Durante sus primeros meses de vida te aconsejaron que no le tuvieras todo el día en brazos o acabaría acostumbrándose y tomándolo por un hábito, pero a ti no te importaba, ya que querías abrazarle todo el tiempo; sin embargo, esta no es la causa principal de este reclamo por parte de tu pequeño, y aunque ahora también te gustaría satisfacerle, ya es un niño mayor y tu espalda puede empezar a resentirse. 
¿Por qué quiere estar en brazos? 
A la hora de plantearte por qué actúa así, debes tener en cuenta que cada niño es distinto y que no siempre pedirán que les cojan en brazos por los mismos motivos.
• Tu hijo acaba de aprender a andar hace poco y además tiene las piernas más cortas, por lo que probablemente no podáis llegar a ningún sitio andando sin que, al cabo de un rato, acabe cansado y pida que le llevéis en brazos. 
• Cada vez es más independiente y le encanta explorar las cosas a él solito, sin embargo, para hacerlo, necesita de la seguridad que le aportan los brazos y el contacto físico con sus papás. 
• Cuando tu pequeño se encuentre mal reclamará que le cojáis, ya que no hay mejor forma para que se le pasen todos los dolores. 
• En otras ocasiones, el niño necesita vuestro cariño, o simplemente os quiere cerca, a su altura y en brazos, desde donde su visión se expande y sus piernas pueden descansar, satisfaciendo así su cariño, cansancio y curiosidad al mismo tiempo.
¿Cómo actuar? 
• Cede justo lo necesario, teniendo en cuenta si el niño pide constantemente que lo lleves en brazos o si sólo es en ocasiones, ya que puede sentirse mal o cansado. 
• Todavía es muy pequeño y prácticamente acaba de aprender a andar. Salid de casa con el tiempo suficiente para ir despacio a los sitios, pudiendo hacer alguna parada, de unos cinco minutos, para que descanse.
• Mientras vayáis caminando, háblale y distráele, así no pensará en la necesidad de ir en brazos. Además, si lo pide, puedes ofrecerle una recompensa por ir andando, como una visita al zoo, al parque,… 
• Otra opción, aunque probablemente no sea su preferida, puede ser la de llevarle en cochecito, ya que así, al menos, no se cansará. 
•  Cuando te pida que lo lleves en brazos, proponle hacer turnos o un límite: “Camina hasta la esquina y yo te llevo hasta casa de la abuela”, “voy a contar hasta 100 y luego te cojo en brazos”. Así aprenderá el valor del esfuerzo y la necesidad de esperar para conseguir lo que quiere. 

jueves, 4 de agosto de 2016

Problemas de desarrollo del bebé


¿Alguna vez has pensado que tu bebé es un “poco vago”? ¿Observas que los compañeros de clase de tu bebé aprenden a moverse más rápido que tu hijo? ¿Crees que a tú bebé le cuesta aprender cómo gatear o caminar?
En muchas ocasiones, aunque los niños nacen sin ningún problema diagnosticado y durante los primeros meses se han desarrollado a nivel motor sin problema llega un determinado momento en que parece que se han estancado y que por sí solos no son capaces de continuar un desarrollo motor adecuado. Es lo que se conoce como retraso psicomotor
¿Cómo podemos detectarlo en nuestro bebé? 
Durante años se ha estudiado el desarrollo motor del niño por meses de desarrollo y gracias a esto podemos tomar como referencia determinadas adquisiciones motoras que son claves para poder detectar si existe algún retraso motor:
•    3-4 meses: El niño tiene que tener adquirido control cefálico estable. La posición de la cabeza tiene que estar alineada con el resto del cuerpo (simétrica).
•    6-7 meses: El niño es capaz de mantenerse sentado sin apoyo. Comienza a manipular en esta postura sin perder el equilibrio.
•    8-11 meses: El niño comienza a desplazarse por el espacio arrastrándose y gateando. Al final de este periodo comienza a agarrarse a los muebles y se pone de pie.
•    12-14 meses: El niño comienza la marcha lateral y marcha autónoma. En ocasiones algunos niños comienzan a caminar más tarde, sin embargo no hay que preocuparse y hay que darle más tiempo siempre y cuando el niño sea capaz de desplazarse por el espacio gateando a esta edad.
En los casos de bebés prematuros es importante que se tenga en cuenta la edad corregida, no la edad cronológica.
Consejos para estimular el desarrollo de tu bebé
•    Es importante poner a nuestro bebé boca abajo la mayor parte del tiempo que esté despierto. Es muy probable que al principio observemos que le cuesta estar así posicionado, dado que la fuerza de la gravedad hace que tenga que realizar un esfuerzo al levantar la cabeza. Sin embargo tenemos que insistir porque poco a poco conseguirá estar tranquilo. En esta postura el bebé aprenderá a controlar la cabeza, fortaleciendo la musculatura del cuello y de la espalda. Si observamos que los brazos del bebé están echados hacia atrás le ayudaremos a apoyarse bien, los adelantaremos de manera que el hombro y el codo estén en línea. De esta manera el bebé se apoyará y levantará la cabeza.
Esta postura no tiene que tenerse en cuenta a la hora de dormir, momento en el que posicionaremos al bebé como nos indique el pediatra.
•    Cuando el bebé esté boca arriba le cogeremos de ambos brazos y tiraremos hacia nosotros levantándole un poco de la superficie de manera que el bebé tenga que levantar la cabeza. Al realizar este ejercicio estamos favoreciendo que se fortalezca la musculatura del cuello que le permitirá el control cefálico.
•    También podemos ayudarle a realizar el “volteo”, es decir, el paso de boca arriba a boca abajo. Para conseguir por ejemplo el volteo hacia el lado derecho pondremos al niño boca arriba y flexionaremos la pierna izquierda a la vez que la llevamos hacia el lado derecho, generando así el movimiento hasta terminar en la posición de boca abajo. Este movimiento es como hacer lo que coloquialmente se llama “la croqueta”.
•    Para ayudarle a sentarse lo haremos cuando el niño esté boca abajo. Le pondremos desde esta posición a de lado; de aquí le cogeremos el brazo y tiraremos hasta que termine sentado.

•    Cuando esté sentado le pondremos juguetes a los lados para que los coja. De esta manera le ayudaremos a que realice cargas en una cadera y en otra.
•    Le ayudaremos a pasar de sentado a boca debajo de la siguiente manera: Cuando esté sentado nos pondremos por detrás de él, le cogeremos de sus dos brazos y los colocaremos a la altura de su cara, y después le giraremos hasta terminar boca abajo. Este cambio postural le permitirá ir a por juguetes que se hayan desplazado a la vez que evitamos que pase todo el rato sentado sin saber cómo cambiar de postura.
•    La primera forma de desplazarse hacia delante es con el arrastre. Para ayudarle a conseguirlo primero le motivaremos con un juguete que le guste y se lo pondremos a cierta distancia. Partiremos de la posición de boca abajo y le flexionaremos una pierna similar a la “postura de rana”. Para favorecer que empuje hacia delante a la vez que le flexionamos una pierna le empujaremos del culete del lado que hemos flexionado.
•    Para favorecer el gateo pondremos al niño a cuatro patas y le balancearemos hacia delante y detrás, desde el culete. Al realizar este movimiento el niño experimenta la sensación de cargas sobre manos y rodillas.
•    Para realizar la puesta en pie partiremos desde la posición de arrodillado. Primero le empujaremos desde el culete hacia arriba para que lo levante. Después le movemos ligeramente hacia un lado para desplazar el peso y que así el niño pueda sacar la otra pierna. La posición de partida para ponerse el niño de pie es conocida como “posición de caballero”. Una vez en esta postura el niño se agarrará a un mueble y empujaremos hacia arriba hasta que se ponga de pie.
•    Antes de caminar sólo el niño aprende la marcha lateral. Estimularemos esto cuando el niño esté de pie con sus manos apoyadas en el sofá o en la mesita y le pondremos los juguetes a cierta distancia para hacer que tenga que dar pasos laterales.
Algunas señales que pueden alertarnos
A parte de tener en cuenta los ítems motores determinantes también existen otra serie de señales que nos pueden alertar. Algunas de ellas pueden ser las siguientes:
•    Cuando el niño se enfada o llora observamos que se pone tenso y empuja hacia atrás, suponiendo un esfuerzo para los padres el controlarle. También podemos observar que al estar boca arriba y llorar empuja con la cabeza y se arquea
•    Observamos que cuando está tumbado está asimétrico. Esta asimetría puede deberse o bien a que la cabeza permanece todo el rato mirando hacia un lado, o bien que un brazo se mueve menos que el otro.
•    Rechazo insistente a estar en la postura de boca abajo.
•    Observamos que a partir de los seis meses sólo están boca arriba, no se sientan ni pasan a la posición de boca abajo.
•    Una vez conseguida la posición de sentado el niño se mantiene todo el tiempo en esta postura. No realiza cambios posturales a boca abajo, ni se desplaza.
•    Al arrastrarse tracciona de ambos brazos pero no mueve las piernas.
•    Al ponerse de pie tampoco utiliza las piernas, únicamente los brazos. Se observa que al estar de pie apoya con los pies en puntillas, suponiendo un esfuerzo apoyar los pies de manera correcta.
•    Si al caminar aparece durante largo rato marcha de puntillas, asimetrías o cojera
En estos casos, siempre teniendo en cuenta las etapas de desarrollo correspondientes a la edad del niño es conveniente consultar al pediatra y/o fisioterapeuta pediátrico.
¿Quién puede ayudar a mi hijo?
En primer lugar hay que acudir al pediatra para que evalúe al niño y considere si es necesario derivar a otro especialista, como es el neurólogo.
El neurólogo es el profesional que evalúa si el retraso psicomotor puede provenir de una causa genética, neurológica o metabólica o bien determinar que no existe causa aparente.
El fisioterapeuta pediátrico es el profesional especializado en desarrollo motor que trata los retrasos psicomotores (independientemente de si existe una causa que los justifique) y su actuación se basa en facilitar todas las secuencias del desarrollo sensoriomotor de forma que el niño cumpla todos los ítems del desarrollo de forma correcta, esto es con unos patrones de postura y movimiento más normalizados.
Estos tratamientos se realizan siempre de manera individualizada atendiendo a las particularidades de cada niño y con los padres presentes en cada sesión para así recibir las pautas de manejo y estimulación a realizar con sus hijos en casa y garantizar el éxito de la evolución de su hijo.
El fisioterapeuta pediátrico trata además aquellas alteraciones que cursan con retraso psicomotor con causa de prematuridad, parálisis cerebral, síndromes o por problemas ortopédicos, como luxaciones o displasias de cadera que enlentecen el
    

miércoles, 3 de agosto de 2016

Meses del Bebé. El primer mes de tu bebé


Estas primeras cuatro semanas son muy importantes en la vida de un bebé, ya que tiene que adaptarse al mundo exterior tras la seguridad y comodidad del útero materno. Aunque sea tan pequeño, ya reconoce la voz y el olor de su madre, gira la cabeza y agarra cosas. Poco a poco sudesarrollo físico y motor se hace evidente y cada día te sorprenderá con un nuevo movimiento o gesto.
Desarrollo físico
Tras haber transcurrido 24 horas ya se puede considerar al bebé un recién nacido con un aspecto un tanto diferente, teniendo en cuenta que la cabeza será grande para su tamaño (25% del total de la talla), el abdomen está abultado y las extremidades son todavía muy cortas. La principal necesidad de un recién nacido es establecer un ritmo respiratorio regular y dominar otras funciones tales como el llanto, el estornudo, la tos, el bostezo y el esfuerzo.
Al principio es frecuente que el recién nacido disminuya un poco de peso; los padres no deben preocuparse por este motivo pues, además de ser algo normal, recuperan lo perdido con facilidad en la primera semana.
En cuanto al peso y las medidas del bebé al nacer, éstas son las medias según sea niño o niña:
- Niñas: 3-3.300 Kg y 48 cm.
- Niños: 3.250-3.5 Kg y 50 cm.
¿Cómo se desarrolla este primer mes?
Su mente reacciona a tu voz moviendo los ojos y girando la cabeza, te mirará y te conocerá, se calmará cuando le hables suavemente, y se alterará cuando grites. También es capaz de reconocer un objeto que le hemos mostrado y escondido y que le volvemos a mostrar en dos segundos y medio.
Su percepción visual: Durante los primeros días, sus ojos permanecen cerrados la mayoría del tiempo, pero pronto se abrirán durante más rato. Ve con claridad a una distancia de 20-25 cm y lo hace en blanco y negro. Reconoce luces entre las sombras pero le falta nitidez. Con tres semanas identifica el rostro de su madre.
Su movilidad aún es muy escasa, tan sólo puede girar la cabeza y al final del primer mes, lo más que hará será levantarla un par de centímetros cuando esté tumbado boca abajo. Los bebés nacen con el "reflejo de agarrar": cerrará los puños con fuerza y cogerá cualquier cosa que se ponga en su mano. Si se asusta, extenderá sus brazos, dedos y piernas para protegerse.
Los bebés nacen con habilidades sociales desde el primer día. Nacen preparados para amar a los demás y para pedir amor. Añora la compañía e inmediatamente le encantará la tuya. Responde de inmediato a tu voz y tu olor. Le alteran las voces chillonas. Aunque tardará mucho en empezar a hablar, si le hablas tú a una distancia en la que pueda verte, "boqueará" para intentar imitar tus gestos y expresiones. Nace deseoso de comunicarse y empezará a hacer pequeños ruidos gorjeantes como señal de satisfacción.
Alimentación
La leche es su único alimento, sea leche humana o artificial, desde el nacimiento hasta los 4-6 meses aproximadamente. Este alimento le ofrece todos los nutrientes indispensables para un crecimiento y desarrollo completo. Durante este período, el lactante es capaz de succionar y deglutir, pero aún no ha desarrollado la capacidad de digerir ciertas proteínas y sus riñones no son capaces de soportar cargas excesivas (líquidos muy concentrados en partículas: sales minerales, glucosa...).
La leche materna es lo más aconsejable, ya que constituye el alimento perfecto para tu bebé. La alternativa cuando no se quiere o no se puede dar de mamar es la leche de fórmula, que para este primer mes de vida es le de inicio o "fórmulas 1". Es importante asegurarse de que el bebé tolera bien la leche de fórmula escogida. Durante el periodo lácteo no es necesario darle agua al bebé, aunque si las condiciones ambientales son extremas o padece fiebres, vómitos y/o diarreas es necesario compensar estas pérdidas con agua para evitar la deshidratación.
El recién nacido no nace sabiendo mamar pero desarrolla esa capacidad en las primeras 48 horas de vida. El reflejo de succión tiene la máxima respuesta a los 20-30 minutos después del parto y debería ser aprovechado. Se ha de poner al niño al pecho lo más pronto posible, en la primera media hora de vida y en cualquier caso no retrasarlo más de 4 horas.
A modo orientativo, al principio puede que pida alimentos cada 1,5 o 2 horas, y después cada 3 horas, lo que significa entre 8 y 10 tomas al día en las primeras semanas. La leche es su único alimento, sea leche humana o artificial, desde el nacimiento hasta los 4-6 meses aproximadamente.
Juegos estimulantes
Estimula sus sentidos con canciones y hablándole. Sujétale a una distancia a la que pueda verte: 20-25 cm. es lo ideal. También le gusta que le cantes nanas.
Mueve los dedos, o algún juguete de colorines, en su campo de visión para que sus ojos y su cabeza puedan seguir los movimientos. Cuelga un móvil sobre su cuna.
Dobla y estira suavemente sus rodillas y piernas cada vez que le cambies el pañal; esto animará a tu bebé a estirar su cuerpo.
Coloca un espejo, o un dibujo nítido de un rostro, en su cuna para que pueda verlo cuando esté tumbado.

Cuánta leche debe tomar un bebé de 12 meses?

En ocasiones tu bebé pasará por una época de rápido crecimiento y sentirá más hambre. Si durante el desarrollo de tu pequeño tienes alguna ...